El filtrado biológico
Es un método interesante
que combina una potente bomba de aire con una capa de arena que actúa como
elemento filtrante. El filtro biológico, también llamado de fondo, está formado
por unas placas de plástico neutro que presentan en superficie unas estrías
para que el agua pueda circular libremente a través de la capa de arena o de
grava. Una o dos “chimeneas”, a modo de ventilador aspirador, formadas por un
tubo de plástico y un difusor, conducen el agua limpia a la superficie.
Estéticamente, este sistema resulta interesante, ya que solo queda a la vista
el módulo anteriormente citad, quedando todas las placas disimuladas bajo el
sustrato.
Filtrado biológico |
Así como los filtros
mecánicos o químicos eliminan una parte de los desechos contenidos en el
acuario, el filtro de arena funciona de una forma particular, permitiendo a las
bacterias transformar las sustancias orgánicas nocivas presentes en el acuario
en compuestos útiles.
Al atravesar la capa de
arena, el agua se libera de los desechos y éstos son convertidos en nitratos
asimilables por las plantas acuáticas gracias a la intervención de las
bacterias nitrificantes ávidas de oxígeno.
El filtro bajo la arena
reúne dos cualidades esenciales: eficacia y sencillez en cuanto a su funcionamiento
y su mantenimiento. Sin embargo, para evitar la saturación, que puede afectar a
las colonias de bacterias, hay que sifonar regularmente el suelo de acuario.
Un segundo tipo de
filtro biológico es el filtro de cubeta. Consiste en una cubeta situada en el
exterior del acuario, en la que proliferan plantas anfibias y algas.
Estos vegetales
consumen nitratos y, en ocasiones, una parte de los nitritos contenidos en el
agua. Este sistema se emplea también para aclarar y sanear grandes estanques de
agua de mar, haciendo intervenir conocidas algas verdes.
El filtrado mecánico
El filtrado mecánico, a
veces muy potente, emplea bombas de circulación de agua disponibles en todos los
comercios de material de acuariofilia. Su funcionamiento es muy sencillo: un
motor eléctrico provisto de una turbina de agua aspira por un lado el agua
sucia mediante el principio de los vasos comunicantes, al tiempo que expulsa el
agua libre de impurezas hacia la parte superior del acuario.
Filtro interno |
Existen diferentes
tipos de filtros. Según la capacidad del acuario podemos adaptar distintos
tipos de bombas. Los pequeños filtros internos, sumergibles y alimentados por
una bomba eléctrica, prestan valiosos servicios en los tanques pequeños. Su
rendimiento oscila entre 50 y 1200 litros/hora y precisan de un mantenimiento
mínimo.
Los filtros exteriores
a presión son los más extendidos. Tienen forma de cilindro y contienen varios
litros de materiales filtrantes (perlón, carbón activado, canutillos cerámicos …)
dispuestos en capas.
Sobre lo alto de este cilindro, cerrado herméticamente por
una tapadera estanca, se encuentra la bomba rotativa, rodeada generalmente de
dos tubos: uno, provisto de un colador, aspira el agua sucia del acuario, mientras
que el otro expulsa el agua purificada.
Un tipo de filtro externo, ya que se coloca colgado del vidrio del acuari es el filtro de mochila |
Los filtros exteriores
de bomba rotativa se colocan siempre bajo el nivel del agua y sieguen
funcionando a la perfección si se sitúa a 1 metro por debajo del nivel del
agua, lo que permite disimularlo fácilmente bajo el acuario. El rendimiento de
este tipo de filtro varía entre 100
y 2000 litros/hora, aproximadamente, pero
el precio de mercado asciende rápidamente en cuanto aumenta su potencia.
Modelo de filtro externo |
Otro filtro exterior,
llamado de decantación es muy eficaz y se compone de una cubeta que suele
colocarse a un lado del acuario. Fabricado en vidrio, presenta diversos
compartimentos para alojar las distintas masas filtrantes.
Prácticamente, todo en
este mundo de la acuariofilia, y siguiendo los principios básicos de
funcionamiento, se puede fabricar de forma casera, ahorrándote una importante
cantidad de dinero. Voy a aprovechar este apartado para compartir un vídeo en
donde me aventuré a fabricar un filtro externo.
Los materiales
empleados en los equipos de filtración, ya sean de tipo interno o externo,
tienen como misión retener las impurezas y realizar una filtración cada vez más
fina. La porosidad de la carga filtrante varía en función de la granulometría
de los materiales que la componen. Los materiales de grano grueso, o masas de
prefiltración, siempre están situados en el punto en el que entra el agua sucia
y se comercializan en forma de trocitos de tubos porosos de barro cocido o de
enrejado de plástico de malla ancha. Participan activamente en la filtración
mecánica frenando las impurezas de mayor tamaño. Las espumas sintéticas y
algodones de perlón, que también tamizan muy finamente las sustancias que
permanecen en suspensión en el agua. De naturaleza inerte, desde el punto de
vista químico, estos productos de filtración se emplean tanto en agua dulce
como en agua de mar. Los acuariófilos preocupados por conservar un agua
cristalina en sus acuarios pueden recurrir a otros dos tipos de productos: los
carbonos activos y los intercambiadores de iones. El carbón activo actúa
mediante una absorción química que se ve reforzada por un tratamiento especial
que hace estallar los granos aumentando considerablemente la porosidad. Este
material permite la eliminación de moléculas orgánicas, como proteínas, ácidos,
fenoles e incluso cloro. Un carbón activo nuevo es capaz de absorber los gases
procedentes de la fermentación y también de decolorar productos como el azul de
metileno. El comercio de la aucariofilia propone diversas calidades de carbón
activo, con una composición y un poder de absorción muy variables. Los carbones
procedentes de la calcinación de la madera son menos eficaces aunque más económicos
que los de hueso. En ambos casos, los carbones se colmatan en unos días o unas
semanas, según la naturaleza del agua a tratar, Por lo general, una carga de
carbón puede durar unos 30 días. Una manera de comprobar su eficacia es echando
unas gotas de azul de metileno a la entrada del filtro. Si el agua expulsada a
a través del filtro es incolora, el carbón sigue siendo activo, de lo contrario
habrá que sustituirlo por un cartucho nuevo. Los intercambiadores de iones
actúan sobre las características físico-químicas del agua y permiten obtener o
conservar un agua con unas propiedades concretas. En los comercios
especializados podemos encontrar resinas intercambiadoras de iones.