viernes, 26 de septiembre de 2014

La decoración del acuario

  


   Así como en acuario de agua dulce, las plantas suelen ser el elemento predominante dela decoración, lo cierto es que también podemos  emplear materiales naturales (rocas, madera petrificada, ramas o raíces) y artificiales (poliestireno, poliuretano recubierto de resina d calidad alimentaria). Sobre gustos no hay nada escrito, pero lo que sí es importante es que el acuario guste al que lo ha diseñado y, al mismo tiempo, satisfaga a los futuros pobladores, reproduciendo en lo posible su hábitat natural. Así, determinados peces utilizan los amontonamientos de piedras para ocultarse, para depositar sus huevos o incluso para delimitar su territorio.

Plantas y madera son elementos perfectos para la decoración de un acuario.

Sobre este sustrato pueden fijarse tanto plantas como algas o colonias de baterías. Una decoración bien planeada permite proporcionar refugios y soportes, pero hemos de dotarla de suficiente estabilidad para evitar cualquier derrumbamiento debido a la actividad excavadora de los peces.

El sustrato

   Para decorar el suelo con material mineral, son preferibles la cuarcita y la arena. La cuarcita, aunque muy extendida, presenta pocas ventajas: sus granos angulosos y a menudo cortantes se compactan impidiendo que el agua y el oxígeno disuelto circulen por las capas profundas del sustrato. La arena, también muy utilizada por los acuariófilos, se recomienda para la cría de muchos peces y, en concreto, para las especies que excavan el sustrato.
En los establecimientos especializados, podemos encontrar
un gran variedad de grava.
En presencia de un filtro bajo grava, la granulometría ideal de la arena varía entre 2 y 5 mm. La arena calcárea puede utilizarse en un acuario de agua dulce alcalina o, como mucho, en un acuario marino mezclada con arena de conchas, ya que ofrece un excelente efecto tampón que estabiliza el pH En presencia de agua con tendencia ácida, sólo puede introducirse arena a base de sílice.
Cualquiera que sea el tipo de sedimento empleado, deberá ser previamente aclarado con agua corriente para eliminar todas las partículas terrosas y los posibles parásitos que pueda albergar.

Las rocas

   No todas las rocas resultan apropiadas para formar parte de la decoración de un acuario. Las rocas calcáreas deben evitarse en un acuario destinado a la cría de peces de América del Sur y, en general, en todos los acuarios que contengan agua ácida. En un acuario marino o un acuario de agua dulce alcalina, sin embargo, están especialmente recomendadas, ya que liberan sustancias que estabilizan el pH. Para reconocer una roca calcárea basta con verter sobre ella unas gotas de ácido clorhídrico o, más sencillamente, vinagre. Si se produce una efervescencia, el resultado es positivo. Entre las rocas calcáreas más comunes en acuariofilia hemos de retener el mármol y la arenisca, cuya presentación es estratos resulta muy decorativa en un acuario de agua dura, agua salobre o agua de mar.
Las rocas es un elemento decorativo ideal en los acuarios de cíclidos
Las pizarras y los esquistos son rocas neutras que no modifican la composición del agua. Además, permiten disimular fácilmente una parte del dispositivo técnico, y algunos peces las utilizan como soportes de puesta. Estos dos materiales se integran perfectamente en la decoración de acuarios tropicales de agua dulce de tipo sudamericano y asiático.
Los bloques de puzolana y de basalto, rocas eruptivas volcánicas, presentan una superficie muy rugosa, a veces cortante, que conviene limar previamente. Sin embargo, estos materiales porosos, y por lo tanto ligeros, permiten realizar bellas composiciones y realizar terrazas escalonadas entre las que los peces y muchos microorganismos encuentra refugio.
Finalmente, los guijarros ofrecen una amplia paleta de colores y romas que resultan muy útiles en la decoración de los acuarios específicos de agua dulce. Los de mayor tamaño se colocan en la capa de arena, mientras que con los pequeños se pueden hacer apilamientos comparables a los de su biotopo natural: un torrente o un río de curso lento.

La madera

   Las raíces nudosas o las ramas de madera seca ofrecen también estupendas posibilidades decorativas en agua dulce. En la actualidad, prácticamente todos los acuarios de agua dulce de tipo americano o asiático, e incluso los acuarios de agua dulce fría, ya no se conciben sin la presencia de un elemento decorativo a base de madera. Cualquier madera dura se puede emplear con esta finalidad y, más particularmente, las ramas y las raíces de roble, sauce, haya, abedul y aliso. Las especies resinosas, sin embargo, como el pino, el abeto y sus cortezas, desprenden productos tóxicos que las hacen inutilizables en acuariofilia. La corteza de alcornoque (el corcho), muy resistente a la inmersión prolongada, resulta muy decorativa en un acuario tropical de agua dulce.
Las raíces las podemos adquirir ya tratadas en las tiendas especializadas, aunque este proceso podemos
hacerlo nosotros mismo con las raíces que recojamos de la naturaleza.

Las riberas de nuestros ríos son el lugar idóneo para recoger ramas y raíces nudosas aptas para la decoración del acuario. Antes de emplearlas basta con limpiarlas enérgicamente con una brocha de  pelo duro y dejarlas en remojo durante varias horas en un baño desinfectante a base de sulfato de cobre, a razón de 1 g/litro Antes de introducir la madera en el acuario conviene aclararlas abundantemente. A pesar de todas estas precauciones, a veces sucede que lar ramas se cubren de unas placas blanquecinas y pegajosas, debidas a hongos que, si bien son poco estéticas, no revisten peligro para los peces. Una segunda inmersión en el baño de sulfato de cobre destruye definitivamente estos parásitos. Una vez tratadas y bien aclaradas, las raíces se lastran con piedras y se disponen en el fondo del acuario o contra las paredes laterales.


   A demás de las plantas, los elementos minerales y la madera, el acuariófilo moderno puede recurrir en la actualidad a productos sintéticos como el poliestireno, el poliéster o el poliuretano.

El poliestireno

En la foto podemos ver un paso del proceso de elaboración
de un fondo para acuario con poliestireno.
   Ultraligero, es un excelente aislante térmico que se comercializa en planchas de 1 a 20 cm de grosor y cuya densidad varía en función del tamaño de grano que las componen. Para realizar decoraciones sumergidas, es preferible escoger un poliestireno de gran densidad que resista mejor las deformaciones que sufrirá posteriormente. Con este material, podemos componer un relieve accidentado ayudándonos de una fuente de calor, una lámpara de soldar o, más sencillamente, la hoja de un cuchillo previamente calentado. Los decapantes de pintura de aire caliente son ideales para este tipo de trabajo.

El poliuretano

Los decorados a base de poliuretano pueden realizarse fácilmente empleando una bomba de aerosol. Se elabora directamente en el acuario y conviene a los acuarios de pequeño volumen. La puesta en obra del producto es extremadamente sencilla: basta con presionar el extremo de la bomba y el material alcanza su máxima expansión en 10 minutos aproximadamente.
   Esto dos materiales aislantes, poliestireno y poliuretano, despiden sustancias tóxicas en el agua del acuario, por lo que deben ser recubiertas cuidadosamente con una o varias capas de resina epóxido de tipo alimentario. La aplicación de este producto protector se realiza con un pincel sobre todas las caras en contacto con el agua. Antes de que se seque por completo la última capa, podemos espolvorear la superficie tratada con arena. Unos días después de aplicar la resina podemos instalar el decorado dentro del acuario aunque, dada su ligereza, convendrá calzarla y fijarla en diversos puntos con silicona.

El poliéster

   Este producto, empleado a veces en los decorados artificiales, sirve comúnmente para la construcción de barcos, coches y acuarios. Su puesta en obra es complicada, ya que necesita el empleo de fibra de vidrio y un endurecedor de resina. Aunque los resultados son altamente satisfactorios, el uso de este producto no está al alcance de todos.




domingo, 7 de septiembre de 2014

El acuario y su ubicación.




Los acuarios mejor adaptados para asegurar el bienestar de los peces tienen una capacidad que oscila entre los 100 y 1500 litros. La más apropiada será aquélla que ofrezca la mayor superficie de contacto entre el aire y el agua. La vida de los peces y de las plantas acuáticas depende, en realidad de los intercambios de gases con la atmósfera.
La altura del agua del  tanque también es importante a la hora de escoger un acuario, ya que es un factor susceptible de limitar la penetración de la luz, energía indispensable para el crecimiento de las plantas.
Sea cual sea la forma o el volumen del acuario que hayamos escogido, el soporte sobre el cual repose debe ser sobre todo estable, sin ninguna aspereza, e indeformable bajo el peso del tanque. Todas estas condiciones las reúne un soporte metálico especial, de acero soldado o de aluminio. También puede servirnos una mesa de madera sólida, recubierta con un tablero de aglomerado hidrófugo, de 15 a 22 mm de espesor, sobre el que colocaremos una plancha de poliestireno expandido de 20 a 30 mm. Este revestimiento, que compensa cualquier defecto y, ocasionalmente, las deformaciones posteriores del soporte, evita la ruptura del cristal del fondo del tanque. A partir de un contenido de 500 litros, es decir, para un peso total de unos 700 kg, es preferible construir un soporte de hormigón armado, sin olvidar intercalar la plancha de poliestireno entre soporte y acuario.

En los comercio podemos encontrar gran variedad de tanques
con el mueble incorporado.
En los comercios especializados es fácil encontrar un amplio surtido de tanques de vidrio colado realizados en dimensiones estándar. Por lo general, estos acuarios que se venden listos para usar tienen la ventaja de que se presentan con una galería de iluminación bien adaptada y tapaderas de cristal que protegen los tubos fluorescentes. Otra solución, mas económica, consiste en adquirir un acuario de ocasión.
Según el espacio o el soporte de que dispongamos, podemos considerar la realización de un acuario a medida adaptado exactamente a nuestras necesidades.
Los acuariófilos más habilidosos pueden hoy en día concebir y realizar tanques de forma extremadamente variadas, a veces de gran capacidad. La construcción de un tanque de dimensiones medias, entre 100 y 300litros, es perfectamente realizable por el aficionado que disponga de un presupuesto limitado. Con un poco de experiencia, un acuariófilo puede adquirir del cristalero el vidrio necesario para construirse su propio acuario.  El corte menos problemático es el corte limpio, pero a veces hay que recurrir a otro tipo de juntas, que dan una lámina de cristal perfectamente rectilínea, para construir acuarios de gran volumen destinados a un sitio público. Una vez tengamos los cristales, hemos de limar sus aristas cuidadosamente para evitar que aparezcan microfisuras, pero sobre todo para alejar cualquier riesgo de corte accidental. Las resinas o siliconas translúcidas, que conservan toda su elasticidad, sean cuales sean las circunstancias, se presentan en barras de 300 ml  o en tubos más pequeños. El empleo de barras o cartuchos necesita de una pistola especial.
Si el endurecimiento de estas masillas precisa de 24 horas a temperatura ambiente, eso quiere decir que hasta pasadas 48 o 72 horas, no podremos llenar el acuario.
Disposición del vidrio para el montaje.
El encolado y el desengrase de los cristales constituyen las operaciones más delicadas. Las numerosas huellas digitales impresas en los cristales se limpian con un algodón empapado en acetona. Para proceder al montaje, se colocan los cuatro laterales sobre un soporte horizontal alrededor del cristal del fondo, perfectamente desengrasado y encolado en todo su perímetro. Acto seguido, se ponen verticales los dos laterales pequeños que va a mantener los grandes cristales frontal y trasero, previamente encolados también. La operación de encolado termina colocando una cinta adhesiva que rodee completamente el acuario por arriba y por abajo. Pasados dos o tres días, podemos eliminar las poco estéticas rebabas con ayuda de un cúter. Si el acuario que estamos construyendo tiene una longitud superior a 100 cm, habrá que prever uno o varios refuerzos para asegurar una rigidez suficiente al tanque.

Antes de instalar definitivamente el acuario y su equipamiento técnico, hemos de escoger un buen emplazamiento y respetar una serie de normas elementales. Hay que evitar colocar el acuario cerca de una ventana, ya que los rayos directos del sol aceleran la proliferación de algas, las cuales acaban asfixiando a las plantas acuáticas. Tampoco le beneficia un lugar expuesto a las corrientes de aire o cerca de un radiador. En cuanto a los pasillos demasiado estrechos y los lugares de paso muy transitados, pueden estresar a los peces.

Acuarios encastrados

Para aprovechar el espacio y disimular todo lo posible el equipamiento del acuario, podemos encastrar el acuario en una pared y habilitar un acceso por delante o por detrás. En este tipo de instalación, por lo general de gran valor estético, sólo queda visible el cristal frontal.
De este modo, se facilita la organización y disposición del material, sobre todo si contamos con un punto de agua cerca.
Acuario encastrado en un muebles
Quizá sea éste el tipo de realización con el que consigue el efecto mas bello, ya que el acuario se convierte en un auténtico cuadro vivo. Existen diversas posibilidades de encastrar un acuario: en un mueble, en una pared… incluso podemos ser más originales empleando la carcasa de un viejo aparato d televisión, aunque en este caso, las probabilidades de que haya que construir el acuario a medida serán más altas.
Si optásemos por utilizar un mueble, lo mejor será que nos lo hagamos nosotros mismos, ya que de este modo podremos integrar el compartimento técnico, incluso un pequeño acuario hospital o de cría, haciéndolo lo suficientemente sólido. El aprovechar un mueble preexistente plantea problemas de solidez y de recorte, si bien es cierto que un acuario bien integrado en un mueble rústico tiene un bello efecto. Ni que decir tiene que el mueble debe estar en armonía con la decoración general de la habitación.
Integrar el acuario en una pared implica un trabajo adicional de albañilería que puede desanimar a ciertos aficionados. Sea cual sea la forma de encastrarlo, conviene tener en cuenta los puntos siguientes:
Acuario encastrado en la pared

·       La altura de la parte visible no debe ser inferior a un tercio de la longitud, de lo contrario, tendrá un efecto estético desfavorable;
·    Hay que prever un acceso al acuario para poder efectuar todos los trabajos de instalación, mantenimiento y reparación. Este acceso puede habilitarse en la parte frontal o en la trasera

Acuarios de separación

Un acuario con una bonita decoración puede llenar de vida el rincón oscuro de una habitación o también separar dos ambientes. Algunos fabricantes proponen muebles diseñados específicamente para el acuario, de modo que el conjunto se integra fácilmente en el ambiente moderno o rústico de una habitación.
Original pero delicado de realizar, este tipo de acuario puede quedar espectacular si la decoración es la apropiada.
El acuario de separación divide dos zonas de una habitación
Este tipo de acuario se emplea para separar dos habitaciones, por lo general el comedor del salón, o bien para dividir una habitación espaciosa en dos ambientes. Lo que queda visible son tres lados, aunque los dos más grandes serán los que más llamen la atención. Se puede colocar sobre un mueble, pero lo cierto es que se obtienen resultados más interesantes con un murete, que además proporciona mayor solidez. Conviene calcular bien el ancho de este murete: si lo hacemos demasiado estrecho, nos planteará problemas a la hora de decorar el acuario, mientras que si lo hacemos demasiado ancho, se verá afectada negativamente la estética de la habitación. En algunos casos, este murete debe ser hecho a medida.
La decoración constituye el punto más importante. En la medida d lo posible, se intentará dividir el acuario en toda su longitud con piedra en planchas delgadas, de tipo pizarra, por ejemplo. De este modo, se evitan varias cosas: que se observe la otra habitación a través del tanque, que queden a la vista las huellas de dedos y de algas en los cristales, y que formen un posible contraluz que haga resaltar la presencia de partículas en suspensión. Al pasar de una a otra habitación, y en función de las dos partes de la decoración, se puede tener la impresión de descubrir dos acuarios en lugar de uno solo.
Queda el problema del material técnico. En el caso del murete, lo mejor es habilitar un compartimente entre el acuario y una pared, ya que practicar un nicho en el murete no resulta nada fácil. En el caso de un mueble, el material queda oculto fácilmente tras las puertas. Tampoco hay que olvidar que en los comercios existen acuarios con compartimente técnico integrado.


Nos queda hablar de la altura, que será la que nos resulte más conveniente. Un acuario debe estar colocado a la altura de los ojos, siendo preferible una ligera vista desde arriba que una vista desde abajo. En las habitaciones en las que uno se sienta a menor altura (un salón por ejemplo), la base del acuario debe estar entre 0’70 y 1 metro del suelo. En un comedor, sin embargo, deberá estar algo más alto, entre 1 m y 1’20 m. En ambos casos, hará la delicia de los niños, que podrán contemplarlo de pie, sin tener que hacer equilibrios sobre una silla. En los lugares en los que un está de pie, la base del acuario no debería estar por debajo de la cintura de una persona de estatura media.



sábado, 6 de septiembre de 2014

Recordatorio




Durante las últimas entradas, os he estado hablando de los tipos de acuarios que, recordemos, eran:

·       El acuario tropical
·       El acuario de tipo sudamericano
·       El acuario asiático
·       El acuario tropical africano
·       El acuario holandés




Os he explicado de forma poco desarrollada en qué consiste cada uno de ellos. También os he hablado del agua del acuario, del equilibrio biológico, de los gases disueltos que nos podemos encontrar en el acuario, y por último, de los materiales y del equipamiento que necesitamos para poner en funcionamiento el acuario, que recordemos eran:

·       El aireador, que oxigenará el agua del acuario
·       El filtro, que limpiará de impurezas el agua del acuario
·       El termocalentador, que regulará la temperatura del agua del acuario.
·       La pantalla de iluminación, que proporcionará luz a nuestro acuario


Esto nunca
Básicamente, esto es lo que necesitaremos para poner en marcha nuestro pequeño ecosistema. Por supuesto, y no me he olvidado de ello, necesitaremos del acuario. Hablaré de él en la próxima entrada. Pero, voy a advertir una cosa. NUNCA, COMPRAROS UN ACUARIO DE TIPO ESFÉRICO, NUNCA INTRODUCIR NINGÚN PEZ EN UN ACUARIO ESFÉRICO.

Una vez que os hable de los tanques y tipos de tanques que existen en el mercado, de su ubicación en el hogar y  de cómo montarlo, desarrollaré ampliamente los diferentes biotopos que existen, de las diferentes especies que lo habitan, de sus plantas…


DISFRUTAR DEL APASIONANTE MUNDO DE LA ACUARIOFILIA.

viernes, 5 de septiembre de 2014

Materiales y equipamientos IV: La iluminacion

El aparato de la iluminación no sólo es importante para la observación de los peces, sino que además es una fuente de energía vital para las plantas con clorofila y, por lo tanto, para todos los organismos que viven en el acuario. Dado que la luz natural es demasiado irregular y no se controla bien, suele preferirse un sistema de iluminación artificia, cuya efectividad depende de varios parámetros: la cantidad de luz, la calidad del espectro luminoso y la duración de la iluminación.
La iluminación del acuario es vital
para las plantas y los peces.

Cantidad de luz
La cantidad de luz emitida en condiciones naturales es intensa: al mediodía, bajo un cielo despejado, alcanza 75.000 lumens (es la unidad del Sistema Internacional de Medidas para medir el flujo luminoso, una medida de la potencia luminosa emitida por la fuente. El flujo luminoso se diferencia del flujo radiante en que el primero contempla la sensibilidad variable del ojo humano a las diferentes longitudes de onda de la luz y el último involucra toda la radiación electromagnética emitida por la fuente según las leyes de Wien y de Stefan-Boltzmann sin considerar si tal radiación es visible o no.); bajo un cielo ligeramente nublado es de 15.000 a 20.000 lumens. Por lo contrario, bajo una columna de agua de 30 a 40 cm, desciende hasta unos 3.000 a 700 lumens. En una zona de bosque, bajo unos 50 cm de agua, la penetración de la luz se ve fuertemente reducida: entre 200 y 500 lumens. El agua actúa como filtro frenando rápidamente los rayos infrarrojos y ultravioletas que se encuentran en ambos extremos del espectro.
Las partículas en suspensión y las sustancias disueltas en el agua, así como las tapaderas del acuario, constituyen obstáculos suplementarios para la penetración de la luz. Por todas estas razones, es muy útil filtrar eficazmente el agua del acuario y mantener las tapaderas tan limpias como sea posible, de forma que el agua se conserve límpida. Las pérdidas de la luz por absorción y por reflexión, debidas a la presencia de tapaderas, pueden alcanzar hasta el 10%, dependiendo del espesor del material. Por otra parte, la intensidad luminosa puede incrementarse mediante el uso de reflectores bien situados. El aluminio pulido o una superficie blanca mejoran sensiblemente la difusión de la luz.
La iluminación artificial, contrariamente a la luz natural, permite administrar de forma óptima la duración, la potencia y la calidad espectral de la luz. La iluminación ideal para las plantas se compone de una radiación roja de fuerte densidad y una radiación azul más débil. Cada tipo de tubo emite longitudes de onda específicas, y basta con combinarlos para obtener una buena luz.
Experimentos realizados en invernadero y en acuario demuestran que las plantas reaccionan positivamente a un espectro luminoso con baja intensidad de azul, una intensidad media de verde-amarillo y una intensidad elevada de rojo. Algunos tubos fluorescentes permiten también iluminar suficientemente las plantas de acuario al tiempo que dificultan el crecimiento de las algas indeseables.
Para evaluar el flujo luminoso necesario en un acuario, hay que tener en cuenta las exigencias de las plantas acuáticas, así como la altura de la columna de agua. Este cálculo no sólo es tedioso sino que resulta demasiado teórico.
·       La iluminación se mide en lumens, mientras que los tubos se venden con una información adicional en vatios;
·       Los diferentes tipos de tubos fluorescentes no emiten, pese a tener igual potencia, la misma cantidad de luz;
·       La luz natural influye enormemente sobre la cantidad de luz recibida por el acuario;
·       Finalmente, ciertos peces o plantas no tienen exactamente las mismas necesidades de luz.
Así, a título informativo, podemos decir que con una iluminación fluorescente, 1 vatio por cada 4 litros de agua representa una iluminación débil, 1 vatio por cada 3 litros de agua constituye una iluminación media y 1 vatio por cada 2 litros de agua corresponde a una iluminación fuerte. Para iluminar un acuario de agua dulce, 1 vatio de energía fluorescente para 3 litros de agua parece suficiente. Tras unos meses de funcionamiento, el desarrollo de las plantas acuáticas y, sobre todo, el color de las algas, nos indicarán si la iluminación es correcta o insuficiente. Efectivamente, la presencia de algas pardas sobre los cristales o sobre la arena suele significar una intensidad luminosa demasiado débil o de mala calidad. Aumentando la potencia o el tiempo de iluminación, o bien equipándonos con tubos fluorescentes hortícolas, que favorecen el buen desarrollo de las plantas, podemos corregir este defecto. La presencia de algas azules, por el contrario, significa que la intensidad luminosa es excesiva. En este caso, habrá que reducir la potencia o el tiempo de iluminación y no tardaremos en comprobar que las algas azules son sustituidas por las algas verdes, muy beneficiosas para toda la fauna. El desarrollo de las algas verdes es, precisamente, el síntoma de que la iluminación es satisfactoria y el medio acuático está en perfectas condiciones de salubridad.

La calidad del espectro luminoso

Las lámparas de incandescencia se presentan en forma de un bulbo que contiene un hilo conductor colocado en vacío. Este tipo de lámpara, con una calidad mediocre de espectro, se emplea fundamentalmente en los acuarios holandeses junto con tubos fluorescentes, de mayor rendimiento.
Los tubos fluorescentes ofrecen un surtido más amplio en lo que a calidad de luz se refiere. La longitud de los tubos determina la potencia de la iluminación y el escoger una u otra medida es también función del lugar disponible sobre el acuario.
El rendimiento del tubo fluorescente es del 20%, es decir, 3 veces superior al de una lámpara de incandescencia, de la que una gran parte de la energía se dispersa en forma de calor. El rendimiento luminosos de los tubos fluorescentes es del orden de 50 a 80 lumens/vatio. Otra ventaja  de la iluminación fluorescente sobre la incandescente es la gran duración de los tubos, que depende del número de veces que accionemos el interruptor.
La vida media de un tubo fluorescente es de 6000 Horas aproximadamente, lo que representa entre 12 y 14 horas de iluminación al día durante un año. Otros tubos, más caros, tienen una vida media cuatro veces superior, es decir, 24000 horas.
En el mercado existe una gran variedad de
tubos fluorescentes
Por tanto, la diferencia de coste justifica perfectamente su compra. También existen tubos con reflector incorporado. Para obtener una luz que realce los colores de los peces y satisfaga al mismo tiempo las necesidades fotosintéticas de las plantas, utilice una serie de tubos para que el espectro luminoso sea complementario. Los llamados tubos calientes proporcionan una luz con predominio del amarillo anaranjado, mientras que los tubos fluorescentes hortícolas favorecen los tonos azulados y rojos, si bien su rendimiento luminoso es mediocre. Lo que se suele hacer es asociarlos a otros tubos de espectro más amplio que tienen un rendimiento luminoso mucho mejor. Las lámparas de descarga o destellos se presentan en forma de una bombilla ovoide que contiene un pequeño tubo  de cuarzo. Esta bombilla contiene un gas, el argón, o vapor de mercurio sometido a una fuerte presión. La vida media de estas lámparas es sensiblemente mayor que la de un tubo fluorescente, ya que tras 6000 horas de funcionamiento, el flujo luminoso sólo disminuye en un 15%. Las lámparas de vapor de mercurio HQI tienen un espectro luminoso próximo al de la luz del sol, lo que favorece el crecimiento armonioso de las plantas. Se comercializan con dos tipos de potencia: 80 y 15 vatios. Su vida media es de unas 7000 horas y suelen reservarse para los grandes tanques tropicales de agua dulce. Especialmente pensadas para la iluminación de invernaderos, estas lámparas necesitan la instalación de un dispositivo y de unos reflectores especiales. Hay que apuntar también que este tipo de iluminación sólo es apto para los grandes acuarios tropicales, ya que la temperatura de la pared de la bombilla es del orden de 300 a 350 grados centígrados en régimen normal de funcionamiento. Por lo general, la luz que proporcionan estas lámparas es excelente, próxima a la luz natural, con la ventaja de que es una luz favorable para las plantas. Presenta, sin embargo, dos graves inconvenientes:
En primer lugar, no se integra en una galería clásica, sino que hay que colgarla por encima del agua. Además, hay que esperar 3 minutos desde su instalación para que alcance su máximo rendimiento. Para iluminar un acuario de 50 cm de altura y unos 120 cm de longitud, son necesarias dos o tres lámparas de vapor de mercurio de 60 a 80 vatios.
Algunas marcas proponen lámparas con una clara dominancia del amarillo que resulta incompatible con su uso en acuariofilia. También hay bombillas específicas para los invertebrados de agua de mar con un claro predominio del color azul claro y que proporciona una bonita luminosidad. Una bombilla de este tipo, conocida como HQI, dispensa 1000 lumens para un consumo de 150 vatios. Su vida media es de 6000 horas. Las lámparas halógenas HQI, con potencias que oscilan entre 70 y 250 vatios, tienen una dominante ligeramente amarilla. Su vida media es también de unas 6000 horas. Se emplean fundamentalmente para la iluminación de acuarios marinos espaciosos. La sustitución de los tubos, ya sean fluorescentes o de vapor de mercurio, debe realizarse de forma progresiva. Si cambiásemos todos los tubos del sistema de iluminación al mismo tiempo, la brusca modificación de la intensidad y del espectro luminoso que tendría lugar, sería particularmente perjudicial para las plantas acuáticas. La sustitución de los tubos gastados debe escalonarse a lo largo de barias semanas, a razón de un tubo por semana.

La duración de la iluminación

Una manera de controlar la duración de la iluminación
es a traves de un reloj temporizador.
 Este aspecto tiene gran importancia para el buen desarrollo de las plantas. Cualquier perturbación en el ritmo o en la regulación de la luz puede ser nefasta. De hecho, algunas plantas con flor procedentes de invernadero no florecen si se les somete a una iluminación de unos pocos segundos en plena noche.

Así pues, hemos de desconectar la iluminación del acuario por la noche e intentar no encender la luz de la habitación en la que se encuentra el acuario. Para reproducir la más fielmente posible las condiciones naturales de las regiones tropicales, hemos de mantener una iluminación diaria de unas 12 a 14 horas.

jueves, 4 de septiembre de 2014

Mostrando mi acuaterrario

Voy a hacer un pequeño paréntesis en las entradas del blog para mostraros un trabajo que realicé hace cuestión de unos años. Ya en una anterior entrada estuve hablando del acuario asiático, en donde se combinaba una parte terrestre y otra plantada, acercándose a lo que conocemos como un acuaterrario. Lo que os muestro en el video no es un acuario de tipo asiático, sino un acuaterrario para albergar una rana Bombina Orientalis. Pero como en la parte acuática habitan una colonia de guppy salvajes, lo incluyo en el blog.
Quiero aclarar que los materiales que utilizo para realizar este trabajo, una vez secos, pierden toxicidad. Lo digo porque ya se han abierto muchos debates al respecto y puedo aseguraros que NO resulta nocivo para los habitantes del acuaterrario.
Los carassius que aparecen en el video ya no habitan en el acuaterrario por problemas de espacio.



A continuación os voy a hablar de sus habitantes.

Sapillo de vientre de fuego oriental (Bombina orientalis)


Se encuentra en el NE de China y Corea. También se encuentra en Asia oriental, de la Siberia del Sureste (está en un clima activo de templado frío a templado calor) aunque más escasamente. Vive en los estanques frescos, en los cursos de agua lentos, en arroyos de montaña y se esconde bajo rocas. En regiones costeras y climas templados.
Bombina Orientalis
Es un pequeño sapo de aspecto simpático con ojos saltones de color negro. Posee 4 extremidades de las cuales las dos traseras son más fuertes y largas para nadar y saltar, característica típica de los anuros. En las patas delanteras posee sólo 4 dedos mientras que en las traseras, a la vez que posee 5 dedos también tiene unas membranas entre ellos que le ayudan a desplazarse por el agua de forma más rápida. Su dorso es rugoso con motas negras, y generalmente suele ser verde, aunque hay ejemplares marrones. Su rasgo más característico es su vientre de color rojo intenso con el contraste de las manchas negras que le dan un toque muy bonito y original ha este magnifico animal. Sin embargo, y como ya ha quedado dicho, el color es sumamente variable según los ejemplares. Puede que la alimentación tenga algo que ver con ello (por ejemplo, la administración de alimentos ricos en carotenos potencia el color rojo del vientre). Generalmente, los individuos silvestres son más llamativos que los nacidos en cautividad.

Las Bombina Orientalis, cuando se les molesta o se les ataca, presentan un comportamiento defensivo: Es el reflejo de Unken (del nombre del herpetólogo alemán que ha descrito este fenómeno por primera vez). Los sapos así molestados se apoyan sobre su espalda y presentan su cara ventral, mientras que acercan sus miembros. Se advierte entonces al agresor, por el rojo del vientre que si va más lejos, arriesga a tener problemas. Si la agresión continúa: los sapillos de vientre rojo producen entonces un producto lechoso, tóxico, que tiene un gusto acre y pútrido, y que tiene por efecto inflamar las mucosas. Se desconoce realmente el grado de toxicidad de las sustancias segregadas por las Bombina, pero vale la pena no andar manoseándolas en exceso, por si acaso.

En la edad adulta su tamaño oscila entre los 5 - 8 cm., siendo los juveniles, lógicamente, bastante más pequeños.

Es un animal muy acuático, que pasa la mayor parte de su vida en el agua o justo al lado, gustando mucho de permanecer plácidamente flotando en la superficie del agua o entre las plantas acuáticas, listas para desaparecer a la mínima señal de peligro. Su estilo de vida se parece de hecho mucho al de su primo, Bombina variegata, el sapillo de vientre amarillo. Las Bombina son ranas esencialmente diurnas. En la época del cortejo, pueden cantar. Sin embargo, la serenata sólo dura una parte de la noche y su canto se parece al de una lechuza (una especie de uh uh uh), que no llega a ser molesto ni demasiado ruidoso.
Los machos se diferencian mal de las hembras. Éstas son, sin embargo, un poco más grandes. En la primavera (época de cortejo), la distinción se vuelve más fácil:

· Los machos suben sobre las hembras por el amplexo axilar.
· Están más delgados que las hembras, que se hinchan por sus ovarios.
· Los machos en la época de reproducción adquieren unas callosidades nupciales en las patas anteriores que les vale para agarrarse a la hembra a la hora de la cópula y formar el amplexo.
· Una forma de sexarlas no muy conocida es coger nuestro ejemplar por el dorso justo debajo las patas, no apretemos ya que la dañaríamos, entonces si nuestra rana suelta una pequeña especie de "ronquido" muy leve y difícil de oír, significa que tenemos un macho y si no hace nada poseemos una hembra. No es una forma 100% fiable, y menos si la hace alguien que no tenga ya experiencia con el tema.
No es necesaria una iluminación especial para las Bombina. Si se tiene en el interior un tubo de luz (fluorescente) sin ningún tipo de UVB especial, bastará.

La iluminación es imprescindible para la vegetación en caso de que en nuestro vivario la haya, ya que la mantiene viva y además también es de gran utilidad para recrear un ritmo de día y de noche en nuestros animales. Estos últimos tendrían suficiente con la claridad procedente de alguna ventana, pero esto sería insuficiente para las plantas, de modo que un fluorescente nos solucionará el problema.

Si el terrario es exterior, con la propia iluminación que proporcionará el sol natural ya servirá y además es mejor para el desarrollo de nuestros animales, aunque nunca debe de tocar el sol directamente sin que el sapillo pueda esconderse. Es vital que siempre haya sombra para que los sapillos puedan refugiarse, o perecerán.

El fotoperiodo debería de ser lo más parecido a un día de nuestro país, en verano de 12 a 14 horas de luz, y en invierno de 8 a 10 h. son unos parámetros ideales.
Las Bombina orientalis se alimentan de pequeños invertebrados que capturan tanto en la superficie del agua como en tierra. Podemos basar la dieta en: grillos, saltamontes, pequeñas mariposas, moscas, pequeñas babosas, lombrices e incluso pequeños pececillos. Para mejor la alimentación de los sapillos de vientre rojo podemos suministrar a la dieta de las presas vivas frutas y verduras, que mejoraran la calidad nutricional de éstas. Por decirlo de alguna manera, un insecto mal alimentado es como un envoltorio vacío, mientras que uno bien cebado proporcionará a nuestros sapillos todos los nutrientes que necesiten. También podemos espolvorear las presas con polvos vitamínicos o calcio. No es recomendable abusar de los complejos vitamínicos porque un exceso es incluso más peligroso que un déficit de estos elementos.

Debemos controlar el abuso de insectos que tengan caparazón como los adultos de tenebrios, ya que pueden provocar problemas de impactación intestinal y problemas gastrointestinales.

La forma de suministrar el alimento al animal puede ser distinta: podemos dejárselo suelto por el terrario y que el sapillo lo busque o, si el sapillo tiene suficiente confianza, se la podemos dar con pinzas, de modo que sabremos en todo momento qué rana come y en qué justa cantidad. Algunos ejemplares llegan incluso a aceptar comida de nuestros propios dedos.
Si tenemos el terrario en el exterior, donde el clima sea frío bastará. Esto puede valer, a grandes rasgos, para la mitad norte de España. Si lo tenemos en el interior, de modo que no se alcanzan niveles de temperatura lo suficientemente bajos, podemos colocar a las Bombina en pequeños tarros de plástico con musgo húmedo y colocarlos en la nevera a una temperatura de unos 4 - 7ºC durante un par de meses. De todos modos, con 10ºC durante unas 8 - 12 semanas puede valer, sin llegar a valores tan extremos. Es importante que los animales dispongan de un substrato lo suficientemente grueso para que puedan enterrarse a la hora de hibernar. La hibernación supone un beneficio para la salud, siendo muy importante asegurarnos previamente que los animales tengan buena salud y que estén bien alimentados antes de iniciar este proceso y también revisar periódicamente el estado y el nivel de humedad de las tarrinas. Toda seguridad es poca ya que, aunque este proceso es muy beneficioso, también tiene sus riesgos, cosa que no hay que olvidar.

Las Bombina se reproducen en primavera. Los machos se acercan a las charcas y realizan sus reclamos característicos a veces inapreciables en la distancia para las personas. El reclamo de los machos basado en un melódico "unk. unk...”, que dura entre 1 y 4 segundos y que atrae a las hembras desde sus escondites e incluso producen pequeñas vibraciones en el agua con las patas que parecen servir también de reclamo para éstas. Cuando finalmente una hembra se acerca al territorio de un macho se produce la cópula sujetando el macho a la hembra por la región lumbar y bajo las axilas con ayuda de las callosidades que les salen a los machos en época de reproducción en sus extremidades. Así, se produce el amplexo y se lleva a cabo la liberación y fecundación de los huevos, que quedan pegados en las plantas acuáticas. Pasados aproximadamente unos 8 - 10 días se produce la aparición de los renacuajos. Dichos renacuajos no tienen la coloración de los padres al nacer. Pasada la metamorfosis, sin embargo, los descendientes suelen tener una coloración un poco más pálida que los progenitores. Tanto los renacuajos como los ejemplares jóvenes pueden ser comidos por los adultos, de modo que es necesario una vez producida la puesta de los huevos, trasladarlos a otro recipiente para su posterior cría.



La alimentación de los renacuajos puede basarse en verduras cocidas, alimento en escamas para peces, algas… Pasadas unas 4 semanas, los renacuajos han desarrollado ya todas las extremidades, y hay que colocar en el acuario de cría una parte terrestres fácilmente accesible, con rampas, para evitar ahogamientos. Después de la metamorfosis, ya podrán alimentarse de pequeños invertebrados, como Drosophilas, microgrillos, colémbolos y similares, hasta que alcanzan el tamaño de adultos. Para criar los renacuajos, un pequeño terrario, con algunas plantas acuáticas entre las cuales los renacuajos se puedan esconder y alimentarse de ellas, y un filtro de acuario (protegido para que no aspire los renacuajos, por ejemplo con una red fina) será suficiente. También el acuaterrario debe disponer de una buena ventilación, con una rejilla o malla de mosquitera en la parte superior. Para que la humedad no sea excesiva y se produzca condensación de agua en los cristales y la vista del interior del recipiente sea óptima.


Guppy salvaje
Guppy o Lebistes.

Clasificación
Orden
Cyprinodontiformes.
Familia
Poeciliidae.
Subfamilia
Poeciliinae.
Género
Poecilia.

Distribución
Su medio natural se encuentra en Venezuela, el Norte de Brasil, Trinidad y Barbados. Sin embargo por la acción del hombre esta especie se encuentra repartida a lo largo de todo el mundo. El hombre lo ha utilizado para acabar con plagas de mosquitos debido a su voracidad con las larvas de estos.

Forma
Cuerpo fino y alargado. Con una aleta dorsal bastante desarrollada. En su estado silvestre la cola presenta 1 o 2 espadas, sin embargo las variedades de criadero poseen infinidad de formas, creando colas que en muchos casos alcanzan más tamaño que el propio pez. El cuerpo de este pez se encorva a la altura de su aleta dorsal, no es algo muy llamativo, pero se puede apreciar con facilidad.
Macho de guppy salvaje

Coloración
Al igual que en su forma aquí también apreciamos diferencias entre su estado salvaje y los que provienen de criaderos. En su estado salvaje los machos tienen una coloración clara, formando manchas en su cuerpo y en tonos pastel. La hembra tiende a no tener coloración, su cuerpo es de un color beige... En los criaderos los humanos han ido seleccionando diferentes ejemplares hasta conseguir multitud de variedades, con formas de aletas y coloraciones realmente impresionantes.

Tamaño
Los machos son más pequeños que las hembras. Los primeros llegan a alcanzar tallas de 3-4 cm y las hembras pueden llegar a los 8-9cm. Estas medidas no incluyen la cola del animal, ya que con tantas variedades podrían diferir mucho estas medidas.

Dimorfismo sexual
Esta es una especie muy fácil de diferenciar. El macho es más colorido que la hembra. En estado salvaje el macho tiene coloración y la hembra no, además los machos suelen tener cola con espada superior, inferior o ambas y las hembras nunca pueden presentar este tipo de cola por la genética. Pero sin duda la forma más correcta para diferenciar al macho de la hembra es fijarnos en sus órganos reproductivos: El Macho presenta en el vientre un gonopodio (Aleta en forma de tubo) y la hembra presenta la misma aleta de con forma plana. Además la hembra suele presentar una mancha marrón en el ano que es su punto de gravidez.
 
Hembra de guppy salvaje
Esperanza de vida
Esta especie tiene una esperanza de vida media de unos 2 años. Hay que tener en cuenta que cuando compramos en una tienda uno de estos peces los solemos coger con unos 6 meses de vida. Además los viajes y los cambios de parámetros estresan al animal reduciendo su vida considerablemente. Muchos aficionados se asombran cuando apenas 7 u 8 meses después de adquirir un guppy este muere. Debemos pensar en el tiempo de vida acumulado y que condiciones ha tenido. Un guppy nacido en nuestro acuario siempre vivirá más que uno que venga de una tienda.

Parámetros del agua
Este es un pez que necesita agua dura y alcalina.

PH
Este pez soporta valores desde Ph 6 a Ph 8. Sin embargo es aconsejable que esté siempre por encima de Ph7, siendo su valor óptimo y que se recomienda para su mantenimiento un valor de Ph = 7,3.

GH
El guppy necesita de aguas duras. Debemos brindarle un agua que se mantenga entre 12ºd y 20ºd para su correcto desarrollo.

Temperatura
Se adaptan bien a la temperatura pudiendo soportar desde 22ºC a 28ºC. Al igual que con el Ph y la dureza del agua el guppy tiene una temperatura óptima para su desarrollo y su vida. En este caso la temperatura ideal para un guppy es de 27ºC. La temperatura durante la gestación de las crías puede hacer que aparezcan más hembras o más machos entre los alevines. Además la duración del embarazo varia según la temperatura, cuanto más baja más largo será el embarazo. 27ºC es la temperatura idónea para tener una duración correcta de la gestación, un correcto desarrollo en las crías y una proporción machos/hembras correcta.

Los guppys y en especial los Machos son muy sensibles a los nitritos. Estos deben estar muy controlados porque cuando se dispara su valor los machos plegarán sus aletas y en 2 o 3 días pueden morir.

Es importante decir que cuando los peces no están en sus parámetros optimos su esperanza de vida disminuye y si están muy alejados de los mismos pueden morir en apenas unos días.

Acuario
A diferencia de lo que se dice en muchos sitios los guppys si tienen que tener un acuario de un tamaño mínimo. Si disponemos de un acuario de 10 a 30L debemos disponer solo machos en su interior. Si disponemos de una urna de +40L entonces podemos mezclar machos con hembras en su interior.

Los guppys necesitan tener espacio suficiente para nadar y gustan de aguas sin corriente.

El acuario debe tener una buena cantidad de plantas para que se puedan esconder tanto adultos como alevines.

Alimentación

Son peces Omnívoros. Lo ideal sería alternar una dieta con Larvas de mosquito/artémia (vivos o congelados), comida vegetal (Alga espirulina o guisantes cocidos y pelados) y las escamas comerciales. Algunos aficionados utilizan polen para la alimentación de los guppys, este alimento proporciona una base proteínica muy fuerte y realza la coloración de los guppys. Una alimentación variada nos permitirá tener unos peces sanos.

Comportamiento

El guppy es un pez muy pacífico. Normalmente hay que tener cuidado con los compañeros que se les brindan porque suelen ser los objetivos de sus ataques. Las grandes colas de las variedades de criadero hacen que sean atacados en muchas ocasiones.

El guppy es un pez ovovivíparo. En esta especie el macho fecunda a la hembra y esta lleva los huevos dentro de su vientre hasta que eclosionan dentro de ella y posteriormente dan a luz a alevines vivos.

El macho ocupa casi todo su tiempo a lo largo del día en cortejar a las hembras. Este se pone frente a ellas y comienza a estirar y contraer su cuerpo y sus aletas, y finalmente estira su gonopodio para lanzar una bolsa que contiene su esperma hacia el interior de la hembra.

La hembra que lleva los huevos en su interior utiliza el esperma para fecundar sus huevos y comienza la gestación de los nuevos alevines. Durante aproximadamente 4 semanas (Dependiendo de la temperatura del acuario) la hembra se irá poniendo cada vez mas gordita debido al crecimiento de sus huevos. Pasadas las 4 semanas aproximadamente los huevos eclosionarán dentro del vientre de la hembra y posteriormente se pondrá de parto. El ano comienza a enrojecerse y a dilatarse (Se ve perfectamente el agujero) y los alevines comienzan a salir. Desde ,el primer segundo de vida los alevines son autosuficientes, estos nacen hechos una bolita pero en unos 2 segundos se estiran y comienzan a nadar, normalmente lejos de los adultos para evitar ser devorados.

Las hembras de guppy guardan las bolsitas de esperma dentro de su cuerpo para utilizarlas en futuras ocasiones. Dependiendo del tamaño de la hembra pueden utilizar el esperma entre 3 y 6 partos de media. Es un mecanismo de supervivencia y protección de la especie. De este hecho surge el mito de que los guppys son hermafroditas puesto que algunas veces una hembra viene de la tienda embarazada y siguen naciendo alevines durante meses.