Así como en acuario de
agua dulce, las plantas suelen ser el elemento predominante dela decoración, lo
cierto es que también podemos emplear
materiales naturales (rocas, madera petrificada, ramas o raíces) y artificiales
(poliestireno, poliuretano recubierto de resina d calidad alimentaria). Sobre
gustos no hay nada escrito, pero lo que sí es importante es que el acuario
guste al que lo ha diseñado y, al mismo tiempo, satisfaga a los futuros
pobladores, reproduciendo en lo posible su hábitat natural. Así, determinados
peces utilizan los amontonamientos de piedras para ocultarse, para depositar
sus huevos o incluso para delimitar su territorio.
Sobre este sustrato
pueden fijarse tanto plantas como algas o colonias de baterías. Una decoración
bien planeada permite proporcionar refugios y soportes, pero hemos de dotarla
de suficiente estabilidad para evitar cualquier derrumbamiento debido a la
actividad excavadora de los peces.
El sustrato
Para decorar el suelo
con material mineral, son preferibles la cuarcita y la arena. La cuarcita,
aunque muy extendida, presenta pocas ventajas: sus granos angulosos y a menudo
cortantes se compactan impidiendo que el agua y el oxígeno disuelto circulen
por las capas profundas del sustrato. La arena, también muy utilizada por los
acuariófilos, se recomienda para la cría de muchos peces y, en concreto, para
las especies que excavan el sustrato.
En presencia de un filtro bajo grava, la
granulometría ideal de la arena varía entre 2 y 5 mm. La arena calcárea puede
utilizarse en un acuario de agua dulce alcalina o, como mucho, en un acuario
marino mezclada con arena de conchas, ya que ofrece un excelente efecto tampón
que estabiliza el pH En presencia de agua con tendencia ácida, sólo puede
introducirse arena a base de sílice.
En los establecimientos especializados, podemos encontrar un gran variedad de grava. |
Cualquiera que sea el
tipo de sedimento empleado, deberá ser previamente aclarado con agua corriente
para eliminar todas las partículas terrosas y los posibles parásitos que pueda
albergar.
Las rocas
No todas las rocas
resultan apropiadas para formar parte de la decoración de un acuario. Las rocas
calcáreas deben evitarse en un acuario destinado a la cría de peces de América
del Sur y, en general, en todos los acuarios que contengan agua ácida. En un
acuario marino o un acuario de agua dulce alcalina, sin embargo, están
especialmente recomendadas, ya que liberan sustancias que estabilizan el pH.
Para reconocer una roca calcárea basta con verter sobre ella unas gotas de
ácido clorhídrico o, más sencillamente, vinagre. Si se produce una
efervescencia, el resultado es positivo. Entre las rocas calcáreas más comunes
en acuariofilia hemos de retener el mármol y la arenisca, cuya presentación es
estratos resulta muy decorativa en un acuario de agua dura, agua salobre o agua
de mar.
Las rocas es un elemento decorativo ideal en los acuarios de cíclidos |
Las pizarras y los
esquistos son rocas neutras que no modifican la composición del agua. Además,
permiten disimular fácilmente una parte del dispositivo técnico, y algunos
peces las utilizan como soportes de puesta. Estos dos materiales se integran
perfectamente en la decoración de acuarios tropicales de agua dulce de tipo
sudamericano y asiático.
Los bloques de puzolana
y de basalto, rocas eruptivas volcánicas, presentan una superficie muy rugosa,
a veces cortante, que conviene limar previamente. Sin embargo, estos materiales
porosos, y por lo tanto ligeros, permiten realizar bellas composiciones y
realizar terrazas escalonadas entre las que los peces y muchos microorganismos
encuentra refugio.
Finalmente, los
guijarros ofrecen una amplia paleta de colores y romas que resultan muy útiles
en la decoración de los acuarios específicos de agua dulce. Los de mayor tamaño
se colocan en la capa de arena, mientras que con los pequeños se pueden hacer
apilamientos comparables a los de su biotopo natural: un torrente o un río de
curso lento.
La madera
Las raíces nudosas o
las ramas de madera seca ofrecen también estupendas posibilidades decorativas
en agua dulce. En la actualidad, prácticamente todos los acuarios de agua dulce
de tipo americano o asiático, e incluso los acuarios de agua dulce fría, ya no
se conciben sin la presencia de un elemento decorativo a base de madera.
Cualquier madera dura se puede emplear con esta finalidad y, más
particularmente, las ramas y las raíces de roble, sauce, haya, abedul y aliso.
Las especies resinosas, sin embargo, como el pino, el abeto y sus cortezas,
desprenden productos tóxicos que las hacen inutilizables en acuariofilia. La
corteza de alcornoque (el corcho), muy resistente a la inmersión prolongada,
resulta muy decorativa en un acuario tropical de agua dulce.
Las raíces las podemos adquirir ya tratadas en las tiendas especializadas, aunque este proceso podemos hacerlo nosotros mismo con las raíces que recojamos de la naturaleza. |
Las riberas de nuestros
ríos son el lugar idóneo para recoger ramas y raíces nudosas aptas para la
decoración del acuario. Antes de emplearlas basta con limpiarlas enérgicamente
con una brocha de pelo duro y dejarlas
en remojo durante varias horas en un baño desinfectante a base de sulfato de
cobre, a razón de 1 g/litro Antes de introducir la madera en el acuario
conviene aclararlas abundantemente. A pesar de todas estas precauciones, a
veces sucede que lar ramas se cubren de unas placas blanquecinas y pegajosas,
debidas a hongos que, si bien son poco estéticas, no revisten peligro para los
peces. Una segunda inmersión en el baño de sulfato de cobre destruye
definitivamente estos parásitos. Una vez tratadas y bien aclaradas, las raíces
se lastran con piedras y se disponen en el fondo del acuario o contra las
paredes laterales.
A demás de las plantas,
los elementos minerales y la madera, el acuariófilo moderno puede recurrir en
la actualidad a productos sintéticos como el poliestireno, el poliéster o el poliuretano.
El poliestireno
En la foto podemos ver un paso del proceso de elaboración de un fondo para acuario con poliestireno. |
Ultraligero, es un
excelente aislante térmico que se comercializa en planchas de 1 a 20 cm de
grosor y cuya densidad varía en función del tamaño de grano que las componen.
Para realizar decoraciones sumergidas, es preferible escoger un poliestireno de
gran densidad que resista mejor las deformaciones que sufrirá posteriormente.
Con este material, podemos componer un relieve accidentado ayudándonos de una
fuente de calor, una lámpara de soldar o, más sencillamente, la hoja de un
cuchillo previamente calentado. Los decapantes de pintura de aire caliente son
ideales para este tipo de trabajo.
El poliuretano
Los decorados a base de
poliuretano pueden realizarse fácilmente empleando una bomba de aerosol. Se
elabora directamente en el acuario y conviene a los acuarios de pequeño
volumen. La puesta en obra del producto es extremadamente sencilla: basta con
presionar el extremo de la bomba y el material alcanza su máxima expansión en 10
minutos aproximadamente.
Esto dos materiales aislantes, poliestireno
y poliuretano, despiden sustancias tóxicas en el agua del acuario, por lo que
deben ser recubiertas cuidadosamente con una o varias capas de resina epóxido
de tipo alimentario. La aplicación de este producto protector se realiza con un
pincel sobre todas las caras en contacto con el agua. Antes de que se seque
por completo la última capa, podemos espolvorear la superficie tratada con
arena. Unos días después de aplicar la resina podemos instalar el decorado
dentro del acuario aunque, dada su ligereza, convendrá calzarla y fijarla en
diversos puntos con silicona.
El poliéster
Este producto, empleado
a veces en los decorados artificiales, sirve comúnmente para la construcción de
barcos, coches y acuarios. Su puesta en obra es complicada, ya que necesita el
empleo de fibra de vidrio y un endurecedor de resina. Aunque los resultados son
altamente satisfactorios, el uso de este producto no está al alcance de todos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.