Así como en acuario de
agua dulce, las plantas suelen ser el elemento predominante dela decoración, lo
cierto es que también podemos emplear
materiales naturales (rocas, madera petrificada, ramas o raíces) y artificiales
(poliestireno, poliuretano recubierto de resina d calidad alimentaria). Sobre
gustos no hay nada escrito, pero lo que sí es importante es que el acuario
guste al que lo ha diseñado y, al mismo tiempo, satisfaga a los futuros
pobladores, reproduciendo en lo posible su hábitat natural. Así, determinados
peces utilizan los amontonamientos de piedras para ocultarse, para depositar
sus huevos o incluso para delimitar su territorio.
Plantas y madera son elementos perfectos para la decoración de un acuario.
Sobre este sustrato
pueden fijarse tanto plantas como algas o colonias de baterías. Una decoración
bien planeada permite proporcionar refugios y soportes, pero hemos de dotarla
de suficiente estabilidad para evitar cualquier derrumbamiento debido a la
actividad excavadora de los peces.
El sustrato
Para decorar el suelo
con material mineral, son preferibles la cuarcita y la arena. La cuarcita,
aunque muy extendida, presenta pocas ventajas: sus granos angulosos y a menudo
cortantes se compactan impidiendo que el agua y el oxígeno disuelto circulen
por las capas profundas del sustrato. La arena, también muy utilizada por los
acuariófilos, se recomienda para la cría de muchos peces y, en concreto, para
las especies que excavan el sustrato.
En los establecimientos especializados, podemos encontrar
un gran variedad de grava.
En presencia de un filtro bajo grava, la
granulometría ideal de la arena varía entre 2 y 5 mm. La arena calcárea puede
utilizarse en un acuario de agua dulce alcalina o, como mucho, en un acuario
marino mezclada con arena de conchas, ya que ofrece un excelente efecto tampón
que estabiliza el pH En presencia de agua con tendencia ácida, sólo puede
introducirse arena a base de sílice.
Cualquiera que sea el
tipo de sedimento empleado, deberá ser previamente aclarado con agua corriente
para eliminar todas las partículas terrosas y los posibles parásitos que pueda
albergar.
Las rocas
No todas las rocas
resultan apropiadas para formar parte de la decoración de un acuario. Las rocas
calcáreas deben evitarse en un acuario destinado a la cría de peces de América
del Sur y, en general, en todos los acuarios que contengan agua ácida. En un
acuario marino o un acuario de agua dulce alcalina, sin embargo, están
especialmente recomendadas, ya que liberan sustancias que estabilizan el pH.
Para reconocer una roca calcárea basta con verter sobre ella unas gotas de
ácido clorhídrico o, más sencillamente, vinagre. Si se produce una
efervescencia, el resultado es positivo. Entre las rocas calcáreas más comunes
en acuariofilia hemos de retener el mármol y la arenisca, cuya presentación es
estratos resulta muy decorativa en un acuario de agua dura, agua salobre o agua
de mar.
Las rocas es un elemento decorativo ideal en los acuarios de cíclidos
Las pizarras y los
esquistos son rocas neutras que no modifican la composición del agua. Además,
permiten disimular fácilmente una parte del dispositivo técnico, y algunos
peces las utilizan como soportes de puesta. Estos dos materiales se integran
perfectamente en la decoración de acuarios tropicales de agua dulce de tipo
sudamericano y asiático.
Los bloques de puzolana
y de basalto, rocas eruptivas volcánicas, presentan una superficie muy rugosa,
a veces cortante, que conviene limar previamente. Sin embargo, estos materiales
porosos, y por lo tanto ligeros, permiten realizar bellas composiciones y
realizar terrazas escalonadas entre las que los peces y muchos microorganismos
encuentra refugio.
Finalmente, los
guijarros ofrecen una amplia paleta de colores y romas que resultan muy útiles
en la decoración de los acuarios específicos de agua dulce. Los de mayor tamaño
se colocan en la capa de arena, mientras que con los pequeños se pueden hacer
apilamientos comparables a los de su biotopo natural: un torrente o un río de
curso lento.
La madera
Las raíces nudosas o
las ramas de madera seca ofrecen también estupendas posibilidades decorativas
en agua dulce. En la actualidad, prácticamente todos los acuarios de agua dulce
de tipo americano o asiático, e incluso los acuarios de agua dulce fría, ya no
se conciben sin la presencia de un elemento decorativo a base de madera.
Cualquier madera dura se puede emplear con esta finalidad y, más
particularmente, las ramas y las raíces de roble, sauce, haya, abedul y aliso.
Las especies resinosas, sin embargo, como el pino, el abeto y sus cortezas,
desprenden productos tóxicos que las hacen inutilizables en acuariofilia. La
corteza de alcornoque (el corcho), muy resistente a la inmersión prolongada,
resulta muy decorativa en un acuario tropical de agua dulce.
Las raíces las podemos adquirir ya tratadas en las tiendas especializadas, aunque este proceso podemos
hacerlo nosotros mismo con las raíces que recojamos de la naturaleza.
Las riberas de nuestros
ríos son el lugar idóneo para recoger ramas y raíces nudosas aptas para la
decoración del acuario. Antes de emplearlas basta con limpiarlas enérgicamente
con una brocha de pelo duro y dejarlas
en remojo durante varias horas en un baño desinfectante a base de sulfato de
cobre, a razón de 1 g/litro Antes de introducir la madera en el acuario
conviene aclararlas abundantemente. A pesar de todas estas precauciones, a
veces sucede que lar ramas se cubren de unas placas blanquecinas y pegajosas,
debidas a hongos que, si bien son poco estéticas, no revisten peligro para los
peces. Una segunda inmersión en el baño de sulfato de cobre destruye
definitivamente estos parásitos. Una vez tratadas y bien aclaradas, las raíces
se lastran con piedras y se disponen en el fondo del acuario o contra las
paredes laterales.
A demás de las plantas,
los elementos minerales y la madera, el acuariófilo moderno puede recurrir en
la actualidad a productos sintéticos como el poliestireno, el poliéster o el poliuretano.
El poliestireno
En la foto podemos ver un paso del proceso de elaboración
de un fondo para acuario con poliestireno.
Ultraligero, es un
excelente aislante térmico que se comercializa en planchas de 1 a 20 cm de
grosor y cuya densidad varía en función del tamaño de grano que las componen.
Para realizar decoraciones sumergidas, es preferible escoger un poliestireno de
gran densidad que resista mejor las deformaciones que sufrirá posteriormente.
Con este material, podemos componer un relieve accidentado ayudándonos de una
fuente de calor, una lámpara de soldar o, más sencillamente, la hoja de un
cuchillo previamente calentado. Los decapantes de pintura de aire caliente son
ideales para este tipo de trabajo.
El poliuretano
Los decorados a base de
poliuretano pueden realizarse fácilmente empleando una bomba de aerosol. Se
elabora directamente en el acuario y conviene a los acuarios de pequeño
volumen. La puesta en obra del producto es extremadamente sencilla: basta con
presionar el extremo de la bomba y el material alcanza su máxima expansión en 10
minutos aproximadamente.
Esto dos materiales aislantes, poliestireno
y poliuretano, despiden sustancias tóxicas en el agua del acuario, por lo que
deben ser recubiertas cuidadosamente con una o varias capas de resina epóxido
de tipo alimentario. La aplicación de este producto protector se realiza con un
pincel sobre todas las caras en contacto con el agua. Antes de que se seque
por completo la última capa, podemos espolvorear la superficie tratada con
arena. Unos días después de aplicar la resina podemos instalar el decorado
dentro del acuario aunque, dada su ligereza, convendrá calzarla y fijarla en
diversos puntos con silicona.
El poliéster
Este producto, empleado
a veces en los decorados artificiales, sirve comúnmente para la construcción de
barcos, coches y acuarios. Su puesta en obra es complicada, ya que necesita el
empleo de fibra de vidrio y un endurecedor de resina. Aunque los resultados son
altamente satisfactorios, el uso de este producto no está al alcance de todos.
Los acuarios mejor
adaptados para asegurar el bienestar de los peces tienen una capacidad que
oscila entre los 100 y 1500 litros. La más apropiada será aquélla que ofrezca
la mayor superficie de contacto entre el aire y el agua. La vida de los peces y
de las plantas acuáticas depende, en realidad de los intercambios de gases con
la atmósfera.
La altura del agua
del tanque también es importante a la
hora de escoger un acuario, ya que es un factor susceptible de limitar la
penetración de la luz, energía indispensable para el crecimiento de las
plantas.
Sea cual sea la forma o
el volumen del acuario que hayamos escogido, el soporte sobre el cual repose
debe ser sobre todo estable, sin ninguna aspereza, e indeformable bajo el peso
del tanque. Todas estas condiciones las reúne un soporte metálico especial, de
acero soldado o de aluminio. También puede servirnos una mesa de madera sólida,
recubierta con un tablero de aglomerado hidrófugo, de 15 a 22 mm de espesor,
sobre el que colocaremos una plancha de poliestireno expandido de 20 a 30 mm.
Este revestimiento, que compensa cualquier defecto y, ocasionalmente, las
deformaciones posteriores del soporte, evita la ruptura del cristal del fondo
del tanque. A partir de un contenido de 500 litros, es decir, para un peso
total de unos 700 kg, es preferible construir un soporte de hormigón armado,
sin olvidar intercalar la plancha de poliestireno entre soporte y acuario.
En los comercio podemos encontrar gran variedad de tanques con el mueble incorporado.
En los comercios
especializados es fácil encontrar un amplio surtido de tanques de vidrio colado
realizados en dimensiones estándar. Por lo general, estos acuarios que se
venden listos para usar tienen la ventaja de que se presentan con una galería
de iluminación bien adaptada y tapaderas de cristal que protegen los tubos
fluorescentes. Otra solución, mas económica, consiste en adquirir un acuario de
ocasión.
Según el espacio o el
soporte de que dispongamos, podemos considerar la realización de un acuario a
medida adaptado exactamente a nuestras necesidades.
Los acuariófilos más
habilidosos pueden hoy en día concebir y realizar tanques de forma
extremadamente variadas, a veces de gran capacidad. La construcción de un
tanque de dimensiones medias, entre 100 y 300litros, es perfectamente
realizable por el aficionado que disponga de un presupuesto limitado. Con un
poco de experiencia, un acuariófilo puede adquirir del cristalero el vidrio
necesario para construirse su propio acuario.
El corte menos problemático es el corte limpio, pero a veces hay que
recurrir a otro tipo de juntas, que dan una lámina de cristal perfectamente
rectilínea, para construir acuarios de gran volumen destinados a un sitio
público. Una vez tengamos los cristales, hemos de limar sus aristas
cuidadosamente para evitar que aparezcan microfisuras, pero sobre todo para
alejar cualquier riesgo de corte accidental. Las resinas o siliconas
translúcidas, que conservan toda su elasticidad, sean cuales sean las
circunstancias, se presentan en barras de 300 ml o en tubos más pequeños. El empleo de barras
o cartuchos necesita de una pistola especial.
Si el endurecimiento de
estas masillas precisa de 24 horas a temperatura ambiente, eso quiere decir que
hasta pasadas 48 o 72 horas, no podremos llenar el acuario.
Disposición del vidrio para el montaje.
El encolado y el
desengrase de los cristales constituyen las operaciones más delicadas. Las
numerosas huellas digitales impresas en los cristales se limpian con un algodón
empapado en acetona. Para proceder al montaje, se colocan los cuatro laterales
sobre un soporte horizontal alrededor del cristal del fondo, perfectamente
desengrasado y encolado en todo su perímetro. Acto seguido, se ponen verticales
los dos laterales pequeños que va a mantener los grandes cristales frontal y
trasero, previamente encolados también. La operación de encolado termina
colocando una cinta adhesiva que rodee completamente el acuario por arriba y
por abajo. Pasados dos o tres días, podemos eliminar las poco estéticas rebabas
con ayuda de un cúter. Si el acuario que estamos construyendo tiene una
longitud superior a 100 cm, habrá que prever uno o varios refuerzos para
asegurar una rigidez suficiente al tanque.
Antes de instalar
definitivamente el acuario y su equipamiento técnico, hemos de escoger un buen
emplazamiento y respetar una serie de normas elementales. Hay que evitar
colocar el acuario cerca de una ventana, ya que los rayos directos del sol
aceleran la proliferación de algas, las cuales acaban asfixiando a las plantas
acuáticas. Tampoco le beneficia un lugar expuesto a las corrientes de aire o
cerca de un radiador. En cuanto a los pasillos demasiado estrechos y los
lugares de paso muy transitados, pueden estresar a los peces.
Acuarios encastrados
Para aprovechar el
espacio y disimular todo lo posible el equipamiento del acuario, podemos encastrar
el acuario en una pared y habilitar un acceso por delante o por detrás. En este
tipo de instalación, por lo general de gran valor estético, sólo queda visible
el cristal frontal.
De este modo, se
facilita la organización y disposición del material, sobre todo si contamos con
un punto de agua cerca.
Acuario encastrado en un muebles
Quizá sea éste el tipo
de realización con el que consigue el efecto mas bello, ya que el acuario se
convierte en un auténtico cuadro vivo. Existen diversas posibilidades de
encastrar un acuario: en un mueble, en una pared… incluso podemos ser más
originales empleando la carcasa de un viejo aparato d televisión, aunque en
este caso, las probabilidades de que haya que construir el acuario a medida
serán más altas.
Si optásemos por
utilizar un mueble, lo mejor será que nos lo hagamos nosotros mismos, ya que de
este modo podremos integrar el compartimento técnico, incluso un pequeño
acuario hospital o de cría, haciéndolo lo suficientemente sólido. El aprovechar
un mueble preexistente plantea problemas de solidez y de recorte, si bien es
cierto que un acuario bien integrado en un mueble rústico tiene un bello efecto.
Ni que decir tiene que el mueble debe estar en armonía con la decoración
general de la habitación.
Integrar el acuario en
una pared implica un trabajo adicional de albañilería que puede desanimar a
ciertos aficionados. Sea cual sea la forma de encastrarlo, conviene tener en
cuenta los puntos siguientes:
Acuario encastrado en la pared
·La altura de la parte visible no
debe ser inferior a un tercio de la longitud, de lo contrario, tendrá un efecto
estético desfavorable;
·Hay que prever un acceso al acuario
para poder efectuar todos los trabajos de instalación, mantenimiento y
reparación. Este acceso puede habilitarse en la parte frontal o en la trasera
Acuarios de separación
Un acuario con una
bonita decoración puede llenar de vida el rincón oscuro de una habitación o
también separar dos ambientes. Algunos fabricantes proponen muebles diseñados
específicamente para el acuario, de modo que el conjunto se integra fácilmente
en el ambiente moderno o rústico de una habitación.
Original pero delicado
de realizar, este tipo de acuario puede quedar espectacular si la decoración es
la apropiada.
El acuario de separación divide dos zonas de una habitación
Este tipo de acuario se
emplea para separar dos habitaciones, por lo general el comedor del salón, o bien
para dividir una habitación espaciosa en dos ambientes. Lo que queda visible
son tres lados, aunque los dos más grandes serán los que más llamen la
atención. Se puede colocar sobre un mueble, pero lo cierto es que se obtienen
resultados más interesantes con un murete, que además proporciona mayor
solidez. Conviene calcular bien el ancho de este murete: si lo hacemos
demasiado estrecho, nos planteará problemas a la hora de decorar el acuario,
mientras que si lo hacemos demasiado ancho, se verá afectada negativamente la
estética de la habitación. En algunos casos, este murete debe ser hecho a
medida.
La decoración
constituye el punto más importante. En la medida d lo posible, se intentará
dividir el acuario en toda su longitud con piedra en planchas delgadas, de tipo
pizarra, por ejemplo. De este modo, se evitan varias cosas: que se observe la
otra habitación a través del tanque, que queden a la vista las huellas de dedos
y de algas en los cristales, y que formen un posible contraluz que haga
resaltar la presencia de partículas en suspensión. Al pasar de una a otra
habitación, y en función de las dos partes de la decoración, se puede tener la
impresión de descubrir dos acuarios en lugar de uno solo.
Queda el problema del
material técnico. En el caso del murete, lo mejor es habilitar un compartimente
entre el acuario y una pared, ya que practicar un nicho en el murete no resulta
nada fácil. En el caso de un mueble, el material queda oculto fácilmente tras
las puertas. Tampoco hay que olvidar que en los comercios existen acuarios con
compartimente técnico integrado.
Nos queda hablar de la
altura, que será la que nos resulte más conveniente. Un acuario debe estar
colocado a la altura de los ojos, siendo preferible una ligera vista desde
arriba que una vista desde abajo. En las habitaciones en las que uno se sienta
a menor altura (un salón por ejemplo), la base del acuario debe estar entre 0’70
y 1 metro del suelo. En un comedor, sin embargo, deberá estar algo más alto,
entre 1 m y 1’20 m. En ambos casos, hará la delicia de los niños, que podrán
contemplarlo de pie, sin tener que hacer equilibrios sobre una silla. En los
lugares en los que un está de pie, la base del acuario no debería estar por
debajo de la cintura de una persona de estatura media.
Durante las últimas
entradas, os he estado hablando de los tipos de acuarios que, recordemos, eran:
·El acuario tropical
·El acuario de tipo sudamericano
·El acuario asiático
·El acuario tropical africano
·El acuario holandés
Os he explicado de
forma poco desarrollada en qué consiste cada uno de ellos. También os he
hablado del agua del acuario, del equilibrio biológico, de los gases disueltos
que nos podemos encontrar en el acuario, y por último, de los materiales y del
equipamiento que necesitamos para poner en funcionamiento el acuario, que
recordemos eran:
·El aireador, que oxigenará el agua
del acuario
·El filtro, que limpiará de
impurezas el agua del acuario
·El termocalentador, que regulará la
temperatura del agua del acuario.
·La pantalla de iluminación, que
proporcionará luz a nuestro acuario
Esto nunca
Básicamente, esto es lo
que necesitaremos para poner en marcha nuestro pequeño ecosistema. Por
supuesto, y no me he olvidado de ello, necesitaremos del acuario. Hablaré de él
en la próxima entrada. Pero, voy a advertir una cosa. NUNCA, COMPRAROS UN
ACUARIO DE TIPO ESFÉRICO, NUNCA INTRODUCIR NINGÚN PEZ EN UN ACUARIO ESFÉRICO.
Una vez que os hable de
los tanques y tipos de tanques que existen en el mercado, de su ubicación en
el hogar y de cómo montarlo, desarrollaré ampliamente los diferentes biotopos que existen, de las
diferentes especies que lo habitan, de sus plantas…
DISFRUTAR DEL
APASIONANTE MUNDO DE LA ACUARIOFILIA.
El aparato de la
iluminación no sólo es importante para la observación de los peces, sino que
además es una fuente de energía vital para las plantas con clorofila y, por lo
tanto, para todos los organismos que viven en el acuario. Dado que la luz
natural es demasiado irregular y no se controla bien, suele preferirse un
sistema de iluminación artificia, cuya efectividad depende de varios
parámetros: la cantidad de luz, la calidad del espectro luminoso y la duración
de la iluminación.
La iluminación del acuario es vital para las plantas y los peces.
Cantidad de luz
La cantidad de luz
emitida en condiciones naturales es intensa: al mediodía, bajo un cielo
despejado, alcanza 75.000 lumens (es
la unidad del Sistema Internacional de Medidas para medir el flujo luminoso,
una medida de la potencia luminosa emitida por la fuente. El flujo luminoso se
diferencia del flujo radiante en que el primero contempla la sensibilidad
variable del ojo humano a las diferentes longitudes de onda de la luz y el
último involucra toda la radiación electromagnética emitida por la fuente según
las leyes de Wien y de Stefan-Boltzmann sin considerar si tal radiación es
visible o no.); bajo un cielo ligeramente nublado
es de 15.000 a 20.000 lumens. Por lo contrario, bajo una columna de agua de 30
a 40 cm, desciende hasta unos 3.000 a 700 lumens. En una zona de bosque, bajo
unos 50 cm de agua, la penetración de la luz se ve fuertemente reducida: entre
200 y 500 lumens. El agua actúa como filtro frenando rápidamente los rayos
infrarrojos y ultravioletas que se encuentran en ambos extremos del espectro.
Las partículas en
suspensión y las sustancias disueltas en el agua, así como las tapaderas del
acuario, constituyen obstáculos suplementarios para la penetración de la luz.
Por todas estas razones, es muy útil filtrar eficazmente el agua del acuario y
mantener las tapaderas tan limpias como sea posible, de forma que el agua se
conserve límpida. Las pérdidas de la luz por absorción y por reflexión, debidas
a la presencia de tapaderas, pueden alcanzar hasta el 10%, dependiendo del
espesor del material. Por otra parte, la intensidad luminosa puede
incrementarse mediante el uso de reflectores bien situados. El aluminio pulido
o una superficie blanca mejoran sensiblemente la difusión de la luz.
La iluminación
artificial, contrariamente a la luz natural, permite administrar de forma
óptima la duración, la potencia y la calidad espectral de la luz. La
iluminación ideal para las plantas se compone de una radiación roja de fuerte
densidad y una radiación azul más débil. Cada tipo de tubo emite longitudes de
onda específicas, y basta con combinarlos para obtener una buena luz.
Experimentos realizados
en invernadero y en acuario demuestran que las plantas reaccionan positivamente
a un espectro luminoso con baja intensidad de azul, una intensidad media de
verde-amarillo y una intensidad elevada de rojo. Algunos tubos fluorescentes
permiten también iluminar suficientemente las plantas de acuario al tiempo que
dificultan el crecimiento de las algas indeseables.
Para evaluar el flujo
luminoso necesario en un acuario, hay que tener en cuenta las exigencias de las
plantas acuáticas, así como la altura de la columna de agua. Este cálculo no
sólo es tedioso sino que resulta demasiado teórico.
·La iluminación se mide en lumens,
mientras que los tubos se venden con una información adicional en vatios;
·Los diferentes tipos de tubos
fluorescentes no emiten, pese a tener igual potencia, la misma cantidad de luz;
·La luz natural influye enormemente
sobre la cantidad de luz recibida por el acuario;
·Finalmente, ciertos peces o plantas
no tienen exactamente las mismas necesidades de luz.
Así, a título
informativo, podemos decir que con una iluminación fluorescente, 1 vatio por
cada 4 litros de agua representa una iluminación débil, 1 vatio por cada 3
litros de agua constituye una iluminación media y 1 vatio por cada 2 litros de
agua corresponde a una iluminación fuerte. Para iluminar un acuario de agua dulce,
1 vatio de energía fluorescente para 3 litros de agua parece suficiente. Tras
unos meses de funcionamiento, el desarrollo de las plantas acuáticas y, sobre
todo, el color de las algas, nos indicarán si la iluminación es correcta o
insuficiente. Efectivamente, la presencia de algas pardas sobre los cristales o
sobre la arena suele significar una intensidad luminosa demasiado débil o de
mala calidad. Aumentando la potencia o el tiempo de iluminación, o bien
equipándonos con tubos fluorescentes hortícolas, que favorecen el buen
desarrollo de las plantas, podemos corregir este defecto. La presencia de algas
azules, por el contrario, significa que la intensidad luminosa es excesiva. En
este caso, habrá que reducir la potencia o el tiempo de iluminación y no
tardaremos en comprobar que las algas azules son sustituidas por las algas
verdes, muy beneficiosas para toda la fauna. El desarrollo de las algas verdes
es, precisamente, el síntoma de que la iluminación es satisfactoria y el medio
acuático está en perfectas condiciones de salubridad.
La calidad del espectro
luminoso
Las lámparas de
incandescencia se presentan en forma de un bulbo que contiene un hilo conductor
colocado en vacío. Este tipo de lámpara, con una calidad mediocre de espectro,
se emplea fundamentalmente en los acuarios holandeses junto con tubos
fluorescentes, de mayor rendimiento.
Los tubos fluorescentes
ofrecen un surtido más amplio en lo que a calidad de luz se refiere. La
longitud de los tubos determina la potencia de la iluminación y el escoger una
u otra medida es también función del lugar disponible sobre el acuario.
El rendimiento del tubo
fluorescente es del 20%, es decir, 3 veces superior al de una lámpara de
incandescencia, de la que una gran parte de la energía se dispersa en forma de
calor. El rendimiento luminosos de los tubos fluorescentes es del orden de 50 a
80 lumens/vatio. Otra ventaja de la iluminación
fluorescente sobre la incandescente es la gran duración de los tubos, que
depende del número de veces que accionemos el interruptor.
La vida media de un
tubo fluorescente es de 6000 Horas aproximadamente, lo que representa entre 12
y 14 horas de iluminación al día durante un año. Otros tubos, más caros, tienen
una vida media cuatro veces superior, es decir, 24000 horas.
En el mercado existe una gran variedad de tubos fluorescentes
Por tanto, la
diferencia de coste justifica perfectamente su compra. También existen tubos
con reflector incorporado. Para obtener una luz que realce los colores de los
peces y satisfaga al mismo tiempo las necesidades fotosintéticas de las
plantas, utilice una serie de tubos para que el espectro luminoso sea complementario.
Los llamados tubos calientes proporcionan una luz con predominio del amarillo
anaranjado, mientras que los tubos fluorescentes hortícolas favorecen los tonos
azulados y rojos, si bien su rendimiento luminoso es mediocre. Lo que se suele
hacer es asociarlos a otros tubos de espectro más amplio que tienen un
rendimiento luminoso mucho mejor. Las lámparas de descarga o destellos se
presentan en forma de una bombilla ovoide que contiene un pequeño tubo de cuarzo. Esta bombilla contiene un gas, el
argón, o vapor de mercurio sometido a una fuerte presión. La vida media de
estas lámparas es sensiblemente mayor que la de un tubo fluorescente, ya que
tras 6000 horas de funcionamiento, el flujo luminoso sólo disminuye en un 15%.
Las lámparas de vapor de mercurio HQI tienen un espectro luminoso próximo al de
la luz del sol, lo que favorece el crecimiento armonioso de las plantas. Se
comercializan con dos tipos de potencia: 80 y 15 vatios. Su vida media es de
unas 7000 horas y suelen reservarse para los grandes tanques tropicales de agua
dulce. Especialmente pensadas para la iluminación de invernaderos, estas lámparas
necesitan la instalación de un dispositivo y de unos reflectores especiales.
Hay que apuntar también que este tipo de iluminación sólo es apto para los
grandes acuarios tropicales, ya que la temperatura de la pared de la bombilla
es del orden de 300 a 350 grados centígrados en régimen normal de
funcionamiento. Por lo general, la luz que proporcionan estas lámparas es
excelente, próxima a la luz natural, con la ventaja de que es una luz favorable
para las plantas. Presenta, sin embargo, dos graves inconvenientes:
En primer lugar, no se
integra en una galería clásica, sino que hay que colgarla por encima del agua.
Además, hay que esperar 3 minutos desde su instalación para que alcance su
máximo rendimiento. Para iluminar un acuario de 50 cm de altura y unos 120 cm
de longitud, son necesarias dos o tres lámparas de vapor de mercurio de 60 a 80
vatios.
Algunas marcas proponen
lámparas con una clara dominancia del amarillo que resulta incompatible con su
uso en acuariofilia. También hay bombillas específicas para los invertebrados
de agua de mar con un claro predominio del color azul claro y que proporciona
una bonita luminosidad. Una bombilla de este tipo, conocida como HQI, dispensa
1000 lumens para un consumo de 150 vatios. Su vida media es de 6000 horas. Las
lámparas halógenas HQI, con potencias que oscilan entre 70 y 250 vatios, tienen
una dominante ligeramente amarilla. Su vida media es también de unas 6000
horas. Se emplean fundamentalmente para la iluminación de acuarios marinos
espaciosos. La sustitución de los tubos, ya sean fluorescentes o de vapor de
mercurio, debe realizarse de forma progresiva. Si cambiásemos todos los tubos
del sistema de iluminación al mismo tiempo, la brusca modificación de la intensidad
y del espectro luminoso que tendría lugar, sería particularmente perjudicial
para las plantas acuáticas. La sustitución de los tubos gastados debe
escalonarse a lo largo de barias semanas, a razón de un tubo por semana.
La duración de la
iluminación
Una manera de controlar la duración de la iluminación es a traves de un reloj temporizador.
Este aspecto tiene gran importancia para el
buen desarrollo de las plantas. Cualquier perturbación en el ritmo o en la regulación
de la luz puede ser nefasta. De hecho, algunas plantas con flor procedentes de
invernadero no florecen si se les somete a una iluminación de unos pocos
segundos en plena noche.
Así pues, hemos de
desconectar la iluminación del acuario por la noche e intentar no encender la
luz de la habitación en la que se encuentra el acuario. Para reproducir la más
fielmente posible las condiciones naturales de las regiones tropicales, hemos de
mantener una iluminación diaria de unas 12 a 14 horas.
Voy a hacer un pequeño
paréntesis en las entradas del blog para mostraros un trabajo que realicé hace
cuestión de unos años. Ya en una anterior entrada estuve hablando del acuario
asiático, en donde se combinaba una parte terrestre y otra plantada,
acercándose a lo que conocemos como un acuaterrario. Lo que os muestro en el
video no es un acuario de tipo asiático, sino un acuaterrario para albergar una
rana Bombina Orientalis. Pero como en la parte acuática habitan una colonia de
guppy salvajes, lo incluyo en el blog.
Quiero aclarar que los
materiales que utilizo para realizar este trabajo, una vez secos, pierden
toxicidad. Lo digo porque ya se han abierto muchos debates al respecto y puedo
aseguraros que NO resulta nocivo para los habitantes del acuaterrario.
Los carassius que
aparecen en el video ya no habitan en el acuaterrario por problemas de espacio.
A continuación os voy a
hablar de sus habitantes.
Sapillo de vientre de fuego
oriental (Bombina orientalis)
Se encuentra en el NE
de China y Corea. También se encuentra en Asia oriental, de la Siberia del
Sureste (está en un clima activo de templado frío a templado calor) aunque más
escasamente. Vive en los estanques frescos, en los cursos de agua lentos, en
arroyos de montaña y se esconde bajo rocas. En regiones costeras y climas
templados.
Bombina Orientalis
Es un pequeño sapo de
aspecto simpático con ojos saltones de color negro. Posee 4 extremidades de las
cuales las dos traseras son más fuertes y largas para nadar y saltar,
característica típica de los anuros. En las patas delanteras posee sólo 4 dedos
mientras que en las traseras, a la vez que posee 5 dedos también tiene unas
membranas entre ellos que le ayudan a desplazarse por el agua de forma más
rápida. Su dorso es rugoso con motas negras, y generalmente suele ser verde,
aunque hay ejemplares marrones. Su rasgo más característico es su vientre de
color rojo intenso con el contraste de las manchas negras que le dan un toque
muy bonito y original ha este magnifico animal. Sin embargo, y como ya ha
quedado dicho, el color es sumamente variable según los ejemplares. Puede que
la alimentación tenga algo que ver con ello (por ejemplo, la administración de
alimentos ricos en carotenos potencia el color rojo del vientre). Generalmente,
los individuos silvestres son más llamativos que los nacidos en cautividad.
Las Bombina Orientalis,
cuando se les molesta o se les ataca, presentan un comportamiento defensivo: Es
el reflejo de Unken (del nombre del herpetólogo alemán que ha descrito este
fenómeno por primera vez). Los sapos así molestados se apoyan sobre su espalda
y presentan su cara ventral, mientras que acercan sus miembros. Se advierte
entonces al agresor, por el rojo del vientre que si va más lejos, arriesga a
tener problemas. Si la agresión continúa: los sapillos de vientre rojo producen
entonces un producto lechoso, tóxico, que tiene un gusto acre y pútrido, y que
tiene por efecto inflamar las mucosas. Se desconoce realmente el grado de
toxicidad de las sustancias segregadas por las Bombina, pero vale la pena no
andar manoseándolas en exceso, por si acaso.
En la edad adulta su
tamaño oscila entre los 5 - 8 cm., siendo los juveniles, lógicamente, bastante
más pequeños.
Es un animal muy
acuático, que pasa la mayor parte de su vida en el agua o justo al lado,
gustando mucho de permanecer plácidamente flotando en la superficie del agua o
entre las plantas acuáticas, listas para desaparecer a la mínima señal de
peligro. Su estilo de vida se parece de hecho mucho al de su primo, Bombina
variegata, el sapillo de vientre amarillo. Las Bombina son ranas esencialmente
diurnas. En la época del cortejo, pueden cantar. Sin embargo, la serenata sólo
dura una parte de la noche y su canto se parece al de una lechuza (una especie
de uh uh uh), que no llega a ser molesto ni demasiado ruidoso.
Los machos se
diferencian mal de las hembras. Éstas son, sin embargo, un poco más grandes. En
la primavera (época de cortejo), la distinción se vuelve más fácil:
· Los machos suben sobre
las hembras por el amplexo axilar.
· Están más delgados
que las hembras, que se hinchan por sus ovarios.
· Los machos en la
época de reproducción adquieren unas callosidades nupciales en las patas
anteriores que les vale para agarrarse a la hembra a la hora de la cópula y
formar el amplexo.
· Una forma de sexarlas
no muy conocida es coger nuestro ejemplar por el dorso justo debajo las patas,
no apretemos ya que la dañaríamos, entonces si nuestra rana suelta una pequeña
especie de "ronquido" muy leve y difícil de oír, significa que
tenemos un macho y si no hace nada poseemos una hembra. No es una forma 100%
fiable, y menos si la hace alguien que no tenga ya experiencia con el tema.
No es necesaria una iluminación
especial para las Bombina. Si se tiene en el interior un tubo de luz
(fluorescente) sin ningún tipo de UVB especial, bastará.
La iluminación es
imprescindible para la vegetación en caso de que en nuestro vivario la haya, ya
que la mantiene viva y además también es de gran utilidad para recrear un ritmo
de día y de noche en nuestros animales. Estos últimos tendrían suficiente con
la claridad procedente de alguna ventana, pero esto sería insuficiente para las
plantas, de modo que un fluorescente nos solucionará el problema.
Si el terrario es
exterior, con la propia iluminación que proporcionará el sol natural ya servirá
y además es mejor para el desarrollo de nuestros animales, aunque nunca debe de
tocar el sol directamente sin que el sapillo pueda esconderse. Es vital que
siempre haya sombra para que los sapillos puedan refugiarse, o perecerán.
El fotoperiodo debería
de ser lo más parecido a un día de nuestro país, en verano de 12 a 14 horas de
luz, y en invierno de 8 a 10 h. son unos parámetros ideales.
Las Bombina orientalis
se alimentan de pequeños invertebrados que capturan tanto en la superficie del
agua como en tierra.Podemos basar la dieta en: grillos,
saltamontes, pequeñas mariposas, moscas, pequeñas babosas, lombrices e incluso
pequeños pececillos. Para mejor la alimentación de los sapillos de vientre rojo
podemos suministrar a la dieta de las presas vivas frutas y verduras, que
mejoraran la calidad nutricional de éstas. Por decirlo de alguna manera, un
insecto mal alimentado es como un envoltorio vacío, mientras que uno bien
cebado proporcionará a nuestros sapillos todos los nutrientes que necesiten.
También podemos espolvorear las presas con polvos vitamínicos o calcio. No es
recomendable abusar de los complejos vitamínicos porque un exceso es incluso
más peligroso que un déficit de estos elementos.
Debemos controlar el
abuso de insectos que tengan caparazón como los adultos de tenebrios, ya que
pueden provocar problemas de impactación intestinal y problemas
gastrointestinales.
La forma de suministrar
el alimento al animal puede ser distinta: podemos dejárselo suelto por el
terrario y que el sapillo lo busque o, si el sapillo tiene suficiente
confianza, se la podemos dar con pinzas, de modo que sabremos en todo momento
qué rana come y en qué justa cantidad. Algunos ejemplares llegan incluso a
aceptar comida de nuestros propios dedos.
Si tenemos el terrario
en el exterior, donde el clima sea frío bastará. Esto puede valer, a grandes
rasgos, para la mitad norte de España. Si lo tenemos en el interior, de modo
que no se alcanzan niveles de temperatura lo suficientemente bajos, podemos
colocar a las Bombina en pequeños tarros de plástico con musgo húmedo y
colocarlos en la nevera a una temperatura de unos 4 - 7ºC durante un par de
meses. De todos modos, con 10ºC durante unas 8 - 12 semanas puede valer, sin
llegar a valores tan extremos. Es importante que los animales dispongan de un
substrato lo suficientemente grueso para que puedan enterrarse a la hora de
hibernar. La hibernación supone un beneficio para la salud, siendo muy
importante asegurarnos previamente que los animales tengan buena salud y que
estén bien alimentados antes de iniciar este proceso y también revisar
periódicamente el estado y el nivel de humedad de las tarrinas. Toda seguridad es
poca ya que, aunque este proceso es muy beneficioso, también tiene sus riesgos,
cosa que no hay que olvidar.
Las Bombina se
reproducen en primavera. Los machos se acercan a las charcas y realizan sus
reclamos característicos a veces inapreciables en la distancia para las
personas. El reclamo de los machos basado en un melódico "unk. unk...”,
que dura entre 1 y 4 segundos y que atrae a las hembras desde sus escondites e
incluso producen pequeñas vibraciones en el agua con las patas que parecen
servir también de reclamo para éstas. Cuando finalmente una hembra se acerca al
territorio de un macho se produce la cópula sujetando el macho a la hembra por
la región lumbar y bajo las axilas con ayuda de las callosidades que les salen
a los machos en época de reproducción en sus extremidades. Así, se produce el
amplexo y se lleva a cabo la liberación y fecundación de los huevos, que quedan
pegados en las plantas acuáticas. Pasados aproximadamente unos 8 - 10 días se
produce la aparición de los renacuajos. Dichos renacuajos no tienen la
coloración de los padres al nacer. Pasada la metamorfosis, sin embargo, los
descendientes suelen tener una coloración un poco más pálida que los
progenitores. Tanto los renacuajos como los ejemplares jóvenes pueden ser
comidos por los adultos, de modo que es necesario una vez producida la puesta
de los huevos, trasladarlos a otro recipiente para su posterior cría.
La alimentación de los
renacuajos puede basarse en verduras cocidas, alimento en escamas para peces,
algas… Pasadas unas 4 semanas, los renacuajos han desarrollado ya todas las
extremidades, y hay que colocar en el acuario de cría una parte terrestres
fácilmente accesible, con rampas, para evitar ahogamientos. Después de la
metamorfosis, ya podrán alimentarse de pequeños invertebrados, como
Drosophilas, microgrillos, colémbolos y similares, hasta que alcanzan el tamaño
de adultos. Para criar los renacuajos, un pequeño terrario, con algunas plantas
acuáticas entre las cuales los renacuajos se puedan esconder y alimentarse de
ellas, y un filtro de acuario (protegido para que no aspire los renacuajos, por
ejemplo con una red fina) será suficiente. También el acuaterrario debe
disponer de una buena ventilación, con una rejilla o malla de mosquitera en la
parte superior. Para que la humedad no sea excesiva y se produzca condensación
de agua en los cristales y la vista del interior del recipiente sea óptima.
Guppy salvaje
Guppy o Lebistes.
Clasificación
Orden
Cyprinodontiformes.
Familia
Poeciliidae.
Subfamilia
Poeciliinae.
Género
Poecilia.
Distribución
Su medio natural se
encuentra en Venezuela, el Norte de Brasil, Trinidad y Barbados. Sin embargo
por la acción del hombre esta especie se encuentra repartida a lo largo de todo
el mundo. El hombre lo ha utilizado para acabar con plagas de mosquitos debido a
su voracidad con las larvas de estos.
Forma
Cuerpo fino y alargado.
Con una aleta dorsal bastante desarrollada. En su estado silvestre la cola
presenta 1 o 2 espadas, sin embargo las variedades de criadero poseen infinidad
de formas, creando colas que en muchos casos alcanzan más tamaño que el propio
pez. El cuerpo de este pez se encorva a la altura de su aleta dorsal, no es
algo muy llamativo, pero se puede apreciar con facilidad.
Macho de guppy salvaje
Coloración
Al igual que en su
forma aquí también apreciamos diferencias entre su estado salvaje y los que
provienen de criaderos. En su estado salvaje los machos tienen una coloración
clara, formando manchas en su cuerpo y en tonos pastel. La hembra tiende a no
tener coloración, su cuerpo es de un color beige... En los criaderos los
humanos han ido seleccionando diferentes ejemplares hasta conseguir multitud de
variedades, con formas de aletas y coloraciones realmente impresionantes.
Tamaño
Los machos son más
pequeños que las hembras. Los primeros llegan a alcanzar tallas de 3-4 cm y las
hembras pueden llegar a los 8-9cm. Estas medidas no incluyen la cola del
animal, ya que con tantas variedades podrían diferir mucho estas medidas.
Dimorfismo sexual
Esta es una especie muy
fácil de diferenciar. El macho es más colorido que la hembra. En estado salvaje
el macho tiene coloración y la hembra no, además los machos suelen tener cola
con espada superior, inferior o ambas y las hembras nunca pueden presentar este
tipo de cola por la genética. Pero sin duda la forma más correcta para
diferenciar al macho de la hembra es fijarnos en sus órganos reproductivos: El
Macho presenta en el vientre un gonopodio (Aleta en forma de tubo) y la hembra
presenta la misma aleta de con forma plana. Además la hembra suele presentar
una mancha marrón en el ano que es su punto de gravidez.
Hembra de guppy salvaje
Esperanza de vida
Esta especie tiene una
esperanza de vida media de unos 2 años. Hay que tener en cuenta que cuando
compramos en una tienda uno de estos peces los solemos coger con unos 6 meses
de vida. Además los viajes y los cambios de parámetros estresan al animal
reduciendo su vida considerablemente. Muchos aficionados se asombran cuando
apenas 7 u 8 meses después de adquirir un guppy este muere. Debemos pensar en
el tiempo de vida acumulado y que condiciones ha tenido. Un guppy nacido en
nuestro acuario siempre vivirá más que uno que venga de una tienda.
Parámetros del agua
Este es un pez que
necesita agua dura y alcalina.
PH
Este pez soporta
valores desde Ph 6 a Ph 8. Sin embargo es aconsejable que esté siempre por
encima de Ph7, siendo su valor óptimo y que se recomienda para su mantenimiento
un valor de Ph = 7,3.
GH
El guppy necesita de
aguas duras. Debemos brindarle un agua que se mantenga entre 12ºd y 20ºd para
su correcto desarrollo.
Temperatura
Se adaptan bien a la
temperatura pudiendo soportar desde 22ºC a 28ºC. Al igual que con el Ph y la
dureza del agua el guppy tiene una temperatura óptima para su desarrollo y su
vida. En este caso la temperatura ideal para un guppy es de 27ºC. La
temperatura durante la gestación de las crías puede hacer que aparezcan más
hembras o más machos entre los alevines. Además la duración del embarazo varia
según la temperatura, cuanto más baja más largo será el embarazo. 27ºC es la
temperatura idónea para tener una duración correcta de la gestación, un
correcto desarrollo en las crías y una proporción machos/hembras correcta.
Los guppys y en
especial los Machos son muy sensibles a los nitritos. Estos deben estar muy
controlados porque cuando se dispara su valor los machos plegarán sus aletas y
en 2 o 3 días pueden morir.
Es importante decir que
cuando los peces no están en sus parámetros optimos su esperanza de vida
disminuye y si están muy alejados de los mismos pueden morir en apenas unos
días.
Acuario
A diferencia de lo que
se dice en muchos sitios los guppys si tienen que tener un acuario de un tamaño
mínimo. Si disponemos de un acuario de 10 a 30L debemos disponer solo machos en
su interior. Si disponemos de una urna de +40L entonces podemos mezclar machos
con hembras en su interior.
Los guppys necesitan
tener espacio suficiente para nadar y gustan de aguas sin corriente.
El acuario debe tener
una buena cantidad de plantas para que se puedan esconder tanto adultos como
alevines.
Alimentación
Son peces Omnívoros. Lo
ideal sería alternar una dieta con Larvas de mosquito/artémia (vivos o
congelados), comida vegetal (Alga espirulina o guisantes cocidos y pelados) y
las escamas comerciales. Algunos aficionados utilizan polen para la
alimentación de los guppys, este alimento proporciona una base proteínica muy
fuerte y realza la coloración de los guppys. Una alimentación variada nos
permitirá tener unos peces sanos.
Comportamiento
El guppy es un pez muy
pacífico. Normalmente hay que tener cuidado con los compañeros que se les
brindan porque suelen ser los objetivos de sus ataques. Las grandes colas de
las variedades de criadero hacen que sean atacados en muchas ocasiones.
El guppy es un pez
ovovivíparo. En esta especie el macho fecunda a la hembra y esta lleva los
huevos dentro de su vientre hasta que eclosionan dentro de ella y
posteriormente dan a luz a alevines vivos.
El macho ocupa casi
todo su tiempo a lo largo del día en cortejar a las hembras. Este se pone
frente a ellas y comienza a estirar y contraer su cuerpo y sus aletas, y
finalmente estira su gonopodio para lanzar una bolsa que contiene su esperma
hacia el interior de la hembra.
La hembra que lleva los
huevos en su interior utiliza el esperma para fecundar sus huevos y comienza la
gestación de los nuevos alevines. Durante aproximadamente 4 semanas
(Dependiendo de la temperatura del acuario) la hembra se irá poniendo cada vez
mas gordita debido al crecimiento de sus huevos. Pasadas las 4 semanas
aproximadamente los huevos eclosionarán dentro del vientre de la hembra y
posteriormente se pondrá de parto. El ano comienza a enrojecerse y a dilatarse
(Se ve perfectamente el agujero) y los alevines comienzan a salir. Desde ,el
primer segundo de vida los alevines son autosuficientes, estos nacen hechos una
bolita pero en unos 2 segundos se estiran y comienzan a nadar, normalmente
lejos de los adultos para evitar ser devorados.
Las hembras de guppy
guardan las bolsitas de esperma dentro de su cuerpo para utilizarlas en futuras
ocasiones. Dependiendo del tamaño de la hembra pueden utilizar el esperma entre
3 y 6 partos de media. Es un mecanismo de supervivencia y protección de la
especie. De este hecho surge el mito de que los guppys son hermafroditas puesto
que algunas veces una hembra viene de la tienda embarazada y siguen naciendo
alevines durante meses.